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Obreros de Tamsa marchan por despidos injustificados y represión
Veracruz., Ver.- Obreros, ex empleados de Tamsa y familiares marcharon sobre la avenida Independencia, para protestar por los despidos masivos y la represión que sufrieron alrededor de 360 trabajadores sacados de la empresa a punta de garrotazos y golpes, algunos incluso hasta esposados por policías del IPAX.
Con gritos de ¡Justicia, justicia!, ¡No a la represión sindical!, ¡Fuera el IPAX!, ¡Pascual rata!, y consignas en pancartas atribuidas al que para ellos es un impostor: Pascual Lagunes Ochoa, a quien también llamaron represor, y acusaron de atentar contra la vida de más de 300 familias.
“No es posible sacrificar a tantas familias por una persona que se ha enriquecido, que la misma Junta Federal proteja a un solo individuo exponiendo a más de 300 familias veracruzanas”, dijo Bartolo Guevara Malpica, secretario del movimiento Libertad por la Democracia.
Además denunció la forma en que el líder sindical está operando: corriendo personas estratégicamente, cada semana, para evitar audiencias para la revisión de los casos por despidos justificados.
“Cuando iba a darse la primer audiencia, desde hace un año, pidieron la acumulación de ese despido, posteriormente hubo otra audiencia y pidieron la acumulación de nuevo por un despido más…cada vez que nosotros tratamos de llevar la audiencia para que se revise que son despidos injustificados la empresa solicita que las demandas que van llegando, las acumulen a la más vieja, de tal manera que si se pasan 10 años botando gente cada semana, nunca habrá revisión”.
Por su parte, el líder disidente, José Carlos Guevara Moreno, dijo que llegarán hasta las últimas consecuencias para defender los votos de la elección que se realizó el 13 de noviembre.
“Vamos a llegar hasta donde tengamos que llegar para defender los mil 419 votos, primero a Xalapa con manifestaciones, somos gente de trabajo de 40 a 45 años.” dijo.
Historias de afectados
Uno de los agredidos por oficiales del IPAX, el obrero de la línea 3, Enrique Pastrana Molinar, quien lleva 13 años trabajando de planta más cinco de contrato, relató:
“Llegaron unas camionetas del IPAX y se bajó uno de manera prepotente pidiéndome mi credencial. Yo le dije ‘¿Pa´ qué la quieres?’; ‘¿No me la quieres dar?’, me dijo y le respondí nuevamente que para qué. Entonces me amenazó, ‘¿quieres ver que sí me la vas a dar?’ y fue que me la quitó y todavía me dijo, ‘oye yo trabajo para la empresa y si te la estoy pidiendo amablemente es para que me le des”.
Así como Enrique Pastrana, quien tiene dos hijos estudiando la universidad y que en casa comenzaron a vivir con el sueldo de su esposa porque desde hace una semana no recibe su sueldo, se encuentra Alberto Córdova Casas.
“Ayer me notificaron que el sindicato fue el que me despidió dejando sin responsabilidad a la empresa, dice el documento “expulsión y exclusión por el sindicato” ¿cómo es que ellos tienen el poder para eso?, este documento lo hicieron desde el veintidós de enero y apenas me lo hicieron llegar ayer” señaló.
El número de expediente donde se constata está expedido por la Junta de Conciliación y Arbitraje Especial número 45, en el expediente 224/2014. La notificación se la dieron a su mamá en soledad de Doblado para que él no pudiera firmar.
En la marcha también se pudieron ver esposas de ex tamseros que fueron despedidos en los años noventa. En el año de 1995, Lorenzo Cuatia Lara fue sacado de la empresa de TAMSA y ahora es velador en ciudad Industrial.
Su esposa Lucía Aguirre marchó sosteniendo una pancarta en donde se veía a Pascual Lagunes caricaturizado como un ratón. Ella viene cuando su esposo no puede venir por el trabajo.
“Lo que queremos es el Fondo de Ahorro para el Retiro de 325 millones de pesos que Pascual Lagunes se robó. Mi esposo fue despedido en el año 95, era obrero, eléctrico, y hasta la fecha ese señor no les ha dado nada” dijo enojada.
También había hijas de obreros, quienes fueron lastimados la semana pasada, por ejemplo Perla Cruz quien sostuvo una pancarta y reclamó:
“En la casa somos 4, y no sabemos cómo vamos a comer, no hay dinero desde que mi papá Pedro Cruz Maldonado fue despedido. Él gana mil 500 pesos a la semana, ¿ahora cómo le vamos hacer para comer?”.