Guadalupe Mora Palacios/

En Coatepec, tradicionalmente se ha celebrado la fiesta católica de La Candelaria el día 2 de febrero, en que se cumplen 40 días del nacimiento de Jesús, el Niño Dios.

Según lo mandaba la Ley del Antiguo Testamento, María, como todas las madres judías, cumplida la cuarentena, acudió al templo para su purificación y la presentación de su hijo. Este acto significó la luz que trajo Jesús al mundo y que es simbolizada por las candelas, las velas luminosas que acompañan a la Virgen y de donde toma su advocación de La Candelaria.

En esta fecha se da por terminada la temporada de fiestas navideñas que inicia con las posadas el 16 de diciembre en los templos y en las casas, donde se ponen los nacimientos que se quitan el 2 de febrero.

Del 25 de diciembre al 6 de enero son los acostamientos del Niño Dios con padrinos y a partir del día 6 eran los levantamientos en que las imágenes del Niño van ya vestidas y sentadas.

En estas fiestas se cantan villancicos y se pasea al Niño, que se lleva a bendecir el 2 de febrero a la iglesia. Durante todas estas fiestas se acostumbra dar tamales, pambazos, buñuelos de molde o de “rodilla” y hojuelas con miel, aguinaldos o envueltos de caramelos y frutas secas, ponche, rompope, vino de naranja y café.

-Hace tiempo eran famosas las hojuelas de las hermanas Galván, los suspiros de yema y el rodeo de galletitas-.

Desde hace unos años se adoptó la costumbre de partir la rosca de reyes y quienes sacan la figurita del Niño en la rosca deben ofrecer tamales el Día de la Candelaria.