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Maltratan toros en Tlacotalpan; PC de Veracruz no vio nada
El director general de Administración de Emergencias de Protección Civil del Estado, Ricardo Maza Limón, minimizó las agresiones que sufrieron los seis toros el día sábado en las fiestas de la Candelaria, y que autoridades habían prometido que vigilarían para que estas no ocurrieran.
“Es que nadie le clavó un puñal. Creo que maltrataron más a los que se les pusieron enfrente. No hubo quien los agrediera de forma punible, fea, que le quemara con un cigarro o le enterrara un puñal o esas tonteras que luego hacen” dijo en tono de burla.
En cuanto al saldo de las fiestas, Ricardo Maza aseguró que hasta el momento sólo tienen reporte de tres riñas, cinco golpes de calor, y 4 lastimados por pisotones de caballo.
“Tenemos tres riñas, hasta el momento, sin reporte de lesiones. Sólo tenemos uno que le dio directamente el toro al tórax. Tenemos hasta el momento cinco por golpes de calor, pisotones, lo que sí te puedo decir es que yo sólo he visto aquí pura fiesta, baile y riñas”, agregó.
En cuanto a los golpes de calor, Ricardo Maza sacó sus dotes de físico y declaró que en esta temporada son comunes. "No es porque queramos que nos ocurran pero la falta de oxigenación constante y la velocidad del viento hace que se aglomere la gente y da paso al sofocamiento".
El encargado fue entrevistado en la celebración de eucaristía que fue presidida por el obispo Luis Felipe Gallardo Martín del Campo en el Santuario de la Candelaria, donde afuera se pudo observar que los elementos de Protección Civil eran superados por la gente que se mareaba, sobre todo porque las camionetas y el cuerpo estaban del otro lado donde sucedían los desmayos.
En cuanto a eso Ricardo Maza se justificó: Está todo bien señalizado, tenemos cuatro cuatrimotos y estamos monitoreando de un lado a otro, y hasta el momento sólo tenemos el reporte de cuatro personas.
Incluso una reportera tuvo que llevar a una de sus compañeras a su casa, en una tienda de abarrotes, al ver que nadie de Protección Civil llegó a auxiliarlas.
Entre la gente súper distinguida estuvo el gobernador Javier Duarte que para entrar al recinto jugó a la víbora de la mar porque su ayudantía no sabía cómo meterlo entre la gente.
Antes de entrar, un papá le reclamó que hace dos años le prometieron una beca para su hijo y no se la dieron. “No estábamos nosotros, pero páseme su número y yo le marco”, dijo el gobernador.
Al finalizar la eucaristía Javier Duarte fue cuestionado sobre el caso Gibrán, y se dio la vuelta, no quiso contestar.