Redacción/

En un acto de congruencia, y envuelto por la melancolía de las fiestas navideñas, el gobernador Javier Duarte de Ochoa devolverá al pueblo de Veracruz el dinero que utilizó en su viaje a Europa, donde paseó acompañado con su esposa Karime Macías y sus hijos.

Así lo anunció en las escalinatas de la Catedral Metropolitana cargando en brazos al pequeño Emilio. “Me siento avergonzado por llevar a mi familia a un viaje tan lejos sabiendo que no teníamos el recurso listo para pagar a los jubilados y maestros de Veracruz”.

Arrepentido, detalló que al hacer un balance de este año y ver que su gobierno se venía a pique entre los casos de vejaciones a migrantes, de los periodistas asesinados que no ha logrado resolver su procuraduría, y de haber comprometido el Pacto por México gracias a Salvador Manzur y Ranulfo Márquez, sintió la necesidad de tomar la bendición del Santo Padre.

“Todo se debió a un impulso, porque a veces así soy de impulsivo”, reconoció.

Reveló que tras su estancia en Italia, donde pudo degustar spaghetti alla carbonara, saltimbocca alla romana, alici, carciofi al aglio, y un helado de tiramisú “de pelos”, calificó, así como vinos de las regiones de la Toscana y Piemonte, le entró un aire de culpa por dejar al estado en una crisis monetaria mientras sus secretarios de despacho se rasgaban las vestiduras para que todo encuadrara en sus informes anuales.

Aunque al principio Duarte de Ochoa afirmó que los gastos se regresarían a los veracruzanos, sin aclarar de qué forma, corrigió que los recursos se verán reflejados en programas sociales en el beneficio de la población, y con el firme propósito de que Veracruz vaya hacia adelante. "Las cosas bien hechas", acentuó.

Inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día en nadie debes confiar.