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Corredor de la Sierra Madre Oriental garantizará la conectividad de ecosistemas

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Con esta iniciativa se busca fortalecer las tareas de protección de zonas como el Pico de Orizaba y el Cofre de Perote.

Para promover el desarrollo regional sustentable y generar beneficios ecológicos, sociales, culturales y económicos, así como garantizar la conectividad y funcionalidad de los ecosistemas del bosque mesófilo de montaña, el Gobierno de la República y del Estado, con el apoyo de la Agencia Alemana de Cooperación Técnica (GIZ, por sus siglas en alemán), trabaja en el Corredor Ecológico de la Sierra Madre Oriental (Cesmo).

Así fue informado hoy durante la décima reunión de seguimiento, la cual estuvo encabezada por el secretario de Medio Ambiente, Víctor Alvarado Martínez; el delegado federal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), José Antonio González Azuara; el director regional de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), José Carlos Pizaña Soto; así como el titular de la Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente (PMA), Eduardo Aubry de Castro Palomino; en dicha reunión, se presentaron los resultados del diagnóstico de gobernanza.

El titular de Sedema solicitó se integre a la Secretaría de Protección Civil (PC) al Cesmo para el diseño de este instrumento de resguardo a los ecosistemas, por los estudios con que cuenta de las zonas prioritarias de reforestación para evitar deslaves.

Además habló de los proyectos que se impulsan para el cuidado de las Áreas Naturales Protegidas y el impulso que se le da a la reconversión productiva, cafetales de sombra y a la conservación y restauración bajo un manejo integrado de cuenca.

Por su parte, el director regional de la Conanp, José Carlos Pizaña Soto, dijo que son cinco las entidades federativas que participan en el Corredor Ecológico, para darle conectividad a los ecosistemas: San Luis Potosí, Hidalgo, Querétaro, Puebla y Veracruz.

Explicó que la sierra se extiende desde Coahuila, sureste de Nuevo León, y oeste de Tamaulipas, pasando por las entidades antes mencionadas, a través de las cuales se protegerán cuatro millones de hectáreas, donde se trabaja desde 2012; abundó que se espera concluir los estudios hasta el 2016.

Lo que se busca con esta iniciativa de política pública ambiental es que de manera transversal se fortalezcan las tareas de protección de zonas como el Pico de Orizaba y el Cofre de Perote, que forman parte del corredor, lo que se traducirá en importantes beneficios para los veracruzanos, al ampliar las zonas de amortiguación para restablecer la conectividad de la sierra con la costa.

Cabe señalar que se trabaja de manera conjunta para impulsar acciones en territorios seleccionados, que permitan generar modelos que se puedan replicar, tomando en cuenta aspectos de carácter político, social, ambiental y económico. Veracruz ya tiene delimitada siete zonas prioritarias de conservación de sus bosques, espacios donde participan voluntariamente los propietarios del territorio.