La soledad de una mujer a la que le pesa la edad y que padece la desunión de su familia pero que se aferra a vivir con intensidad, pasión y aventura, es lo que el director Sebastián Lelio ofrece en Gloria (2013), película que se  estrenará el próximo 27 de diciembre en la Cineteca Nacional y a partir del 10 de enero en todo el país.

Este filme del director chileno ha tenido gran éxito en su paso por varios festivales como la Berlinale 2013 (Festival Internacional de Cine de Berlín) en donde la protagonista Paulina García ganó el Oso de Plata a Mejor Actriz. La película mereció el Premio del Jurado Ecuménico y el Premio Gilde de la Asociación de Salas de Arte y Ensayo de Alemania.

En este trabajo García interpreta a Gloria, una mujer madura que a pesar de llevar una vida cotidiana tranquila y sin altibajos busca hacer suya la letra de la canción de los años setenta, del italiano Humberto Tozzi, que dice “Yo escribiré mi historia, con la palabra Gloria…”, y cuya melodía dará un toque interesante al desenlace del relato.

El filme se incluyó durante la programación de la reciente 55 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional, la cual gozó de gran afluencia y aceptación entre el público cinéfilo, y durante la última semana de diciembre el largometraje regresa a las pantallas del complejo cinematográfico de Conaculta, en donde permanecerá en cartelera.

La trama de este metraje, aunque sencilla, logra un gran resultado pues relata una historia que puede ocurrir en cualquier ciudad de cualquier país: una mujer separada, cuyo hijos se han independizado y que casi no la frecuentan y que a sus casi 60 años, se siente sola y por ello busca compañía cada noche, en bares frecuentados por personas de su edad.

A través de la gran actuación de García, quien ha destacado en Chile por su participación en series televisivas y telenovelas y que debuta en cine a través de esta trama, el espectador logra percibir la soledad que padece Gloria, ya sea en los momentos que fervientemente canta canciones románticas mientras conduce su auto, los solitarios momentos en su departamento en los que comparte el dolor de su vecino el cual se lamenta, grita y llora durante las noches; o cuando asiste a clubes de autoayuda para tener algo de compañía y sentirse más feliz.

La vida de la protagonista da un giro cuando en una de esas noches de fiesta en el club nocturno que frecuenta, conoce a Rodolfo (Sergio Hernández) quien se siente atraído por la avasallante personalidad y alegría que despide Gloria. Luego de una breve charla y unos cuantos bailes, inician una relación motivada en las carencias afectivas de ambos y en el gran deseo por compañía que sienten los dos.

Durante la película los personajes secundarios como la familia de la protagonista y su ex marido van dando cuenta de la personalidad de Gloria y de cómo ella ha encaminado su existencia, pero sobre todo de la madurez con la que se ha enfrentado a la vida, al crecimiento de sus hijos e incluso a su separación, a diferencia de Rodolfo, quien a pesar de llevar más de un año separado, no logra independizarse de su ex esposa e hijas.

Gloria es un filme que sin exageraciones aborda la condición de la mujer sin caer en el feminismo o el sexismo. Simplemente refleja la condición de las mujeres de edad madura que se enfrentan a una época en la que los lazos afectivos están marcados por la tecnología y el modernismo y que debido a ello han perdido la comunicación directa con sus seres queridos, sobre todo sus hijos.

El también guionista, director y editor de Navidad (2009) y La sagrada familia 2005), aborda la condición de las familias modernas que padecen desunión y falta de comunicación. A través de diálogos, por ejemplo durante la cena de cumpleaños del hijo mayor de Gloria, Pedro (Diego Fontecilla), se hacen notar los efectos de la ausencia del padre y los sentimientos que ha generado en los jóvenes.

Se trata de un guión muy bien estructurado, pues con simples gestos, frases y movimientos, los personajes dibujan su personalidad y sentimientos, sobre todo Gloria, quien inicia y concluye el filme en una fiesta, en la que se entiende que se celebra a sí misma y que envía el mensaje de que sin importar la edad o condición, se debe vivir la vida al máximo.

Gloria también fue reconocida en 2012 con el Premio de Cine en Construcción de la Industria, en el Festival Internacional de Cine de Donostia-San Sebastián, España, y en los Premios Pedro Sienna ganó el galardón a Mejor película, Mejor Actriz Principal y Mejor guión, entre otros.