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Ventanas al mar, cinta sobre el amor en distintas etapas de la vida

Narra la historia de dos parejas que se identifican pese a la diferencia de edad
El amor, al igual que el mar, puede ser visto desde varios ángulos, cada persona vive, siente y descubre cosas distintas en él. Por ello, Jesús Mario Lozano ofrece en Ventanas al mar (2012) dos historias que, motivadas por el paisaje, encarnan los sentimientos de acuerdo con la edad, la realidad y perspectiva.
 
El también director de Más allá de mí (2008) y Así (2005) presenta en su más reciente película el amor y la pasión de dos parejas, Emma (Charo López) y Joaquín (Fernando Guillén), dos adultos mayores españoles que celebran muchas décadas juntos, y Ana (Natalia Córdova) y Mauricio (Raúl Méndez), un par de jóvenes que se escapan de la cotidianeidad para amarse libremente.
 
Luego de un par de encuentros desafortunados y embarazosos, tanto en la playa como en las instalaciones del pequeño y apartado hotel en que se hospedan, surge empatía entre las parejas.
 
Joaquín y Emma se ven reflejados en los dos jóvenes, al recordar cómo vivieron la misma desbordada pasión que ellos, Ana y Mauricio quisieran llegar a estar juntos por muchos años, como la otra pareja, que celebra ya varios aniversarios.
 
A pesar del paradisiaco entorno y lo felices que se muestran, los cuatro ocultan temores, historias, recuerdos y frustraciones que poco a poco salen a la luz.
 
Emma empieza a perder sus recuerdos debido al Alzheimer y Joaquín se siente cada vez más cerca de la muerte. Añora su vigor juvenil al desear a Ana, por lo que husmea en la habitación de la joven pareja.
 
Ana y Mauricio tienen una relación apasionada pero llena de secretos y complicaciones, van de la felicidad a la furia y sólo el mar podrá ayudarlos a decidir su futuro, para que logren llegar a ser como los otros dos.
 
Los ancianos esperan a su hijo y a su familia para celebrar su aniversario, pero éste no llega. Tras conocer a la pareja de jóvenes, los invitan a navegar con ellos, en un corto viaje en el que el vino, los tequilas, los boleros y el mar hacen que cada uno se encuentre consigo mismo y se conmueva de su propio destino, el cual no parece esperanzador.
 
Se trata de una historia enmarcada por los exuberantes y magníficos paisajes de la isla de Cozumel, en la que las hermosas imágenes acuáticas son uno más de los protagonistas, con arrecifes y fauna marina, dignas de contemplación.
 
Prolongadas tomas y planos cerrados de los rostros, los cuerpos y las miradas muestran dos etapas distintas de la vida y del amor: cuando la pasión y el deseo se confunden con los sentimientos.
 
Este material que se estrenará, con 25 copias, el próximo viernes 6 de diciembre en diversas salas de la ciudad de México y área metropolitana, así como en Monterrey, Nuevo León, se presentó por primera vez en la Selección Oficial del 27 Festival de Cine de Guadalajara, así como en el FIC Monterrey y el Festival Global de Santo Domingo.