Las condiciones climatológicas prevalecientes en el sureste mexicano, obligaron a la IX Caravana de Madres Centroamericanas Buscando a sus Hijos Desaparecidos en Tránsito por México, a cambiar las fechas de la agenda, del mes de noviembre acostumbrado, para realizarla del 2 al 18 de diciembre del 2013.

Este cambio coincide con dos fechas de especial importancia para esta caravana de búsqueda, ya que el próximo 10 de diciembre se cumplen 65 años (1948), de la firma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el 18 de diciembre cumplirá 23 años (1990) de acordada la Convención Internacional Sobre La Protección de los Derechos de Todos Los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares.

Las madres en búsqueda de sus seres queridos vivos, son víctimas, pero también dan voz a las víctimas en situación de ausencia. De aquí la importancia de la Convención de 1990 que incluyó a los familiares de los trabajadores migratorios; dado que son los apremios de la familia el motivo principal que los obliga, ante la ausencia de opciones viables, a alejarse de su núcleo familiar.

En consecuencia, el 10 de diciembre próximo, la Caravana de Madres estará cabildeando en el Senado de la Republica para que se cumpla lo festinado por los legisladores cuando aprobaron la Ley de Migración: visa de tránsito y congruencia de lo que se exige y lo que se ofrece para propios y para extraños. En el reporte de la CNDH de 2011, cuando fue aprobada por unanimidad en el Congreso de la Unión la ley de migración, se reportaban más de 20,000 transmigrantes desaparecidos por semestre. La causa principal se decía entonces era la falta de visas de tránsito, que evitarían el viaje obligado en el Lomo de La Bestia, expuestos a todo tipo de peligros, de la extrema violencia, y de la inseguridad que los convierte en victimas fáciles de extorsión, secuestro y muerte.

El 18 de diciembre estarán en la cuenca del Rio Suchiate, cruzando el rio en balsas rememorando la manera en que sus familiares y muchos migrantes cruzan las fronteras políticas de pueblos hermanos, ligados por la historia, la cultura y la etnia, cuando no se ofrecen soluciones humanitarias, solidarias y hospitalarias, sustentadas en los derechos universales y en la seguridad humana versus la “seguridad nacional”.

Emeteria Martínez madre fundadora de estas caravanas, quien encontró a su hija tras 20 años de búsqueda y a quien se honra con su nombre a esta Caravana, se le recuerda cuando, al cumplir con su cometido, se quitó la foto de la hija encontrada y de inmediato se colocó en el pecho la fotografía de una de las muchas hijas desaparecidas. Emeteria continuó buscando hasta el fin de sus días.

Los invitamos a dar la bienvenida a estas madres guerreras y a participar siguiendo las actividades de la caravana en sus localidades demostrando México es infinitamente más que la ola negra de violencia provocada que nos envuelve y que el pueblo mexicano sabe tender una mano amiga a sus hermanos ciudadanos universales.

A los medios de comunicación solidarios, agradecemos el interés y cobertura que han brindado y reconocemos que son un instrumento importante en el logro de algunas pistas y en la divulgación de la lucha de estas madres, dando a conocer sus encuentros y avatares, incluyendo a la hija de doña Emeteria que alimentan la esperanza de otros muchos encuentros.