Un viaje espiritual, con un profundo sentido místico, ofrecerá el pianista Mikhail Rudy (Uzbekistán, 1953) en Cuadros de una exposición, propuesta que, de acuerdo con la crítica internacional, fusiona de manera magistral la música del compositor Modest Mussorgsky con 16 pinturas del artista Wassily Kandinsky.

La presentación se hará por primera y única vez en México este 27 de noviembre en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart).

En entrevista, Mikhail Rudy explicó que el montaje se presentó en 1928 en la Escuela de la Bauhaus a cargo del propio Kandinsky, sin embargo no hubo registro de esa actuación más que las acuarelas bajo resguardo del Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou, en París.

“Las acuarelas nunca han sido expuestas porque son muy frágiles y después de varios años las encontré en un libro. Me parecieron increíbles porque están acompañadas de los escritos del propio pintor, quien marca los puntos para hacerla como una obra teatral”.

Las anotaciones fueron esenciales para realizar un video donde no existe la improvisación, al dar señalamientos precisos de breves composiciones musicales denominadas “Promenade” que preceden a cada imagen, ofreciendo así la experiencia de estar recorriendo un museo.

“Sólo hago lo que Kandinsky quiso, primero busqué hacerlo como lo concibió originalmente, como una obra teatral, pero ante mis ojos era imposible, es muy inocente, así que pensé en una animación más abstracta”.

Destacó que el público escuchará una versión en piano que resulta de vanguardia comparada con las versiones orquestales: “permite crear completamente un sonido imaginario y la orquesta es más real, el piano es un pedazo de madera, lo demás es verdadera ilusión y tú creas esta ilusión no sé cómo, ese es el misterio detrás del instrumento”.

Aunque la música de Modest Mussorgsky estuvo inspirada originalmente por una serie de pinturas de Viktor Hartmann, el pianista nacionalizado francés aseguró que los sonidos superan a la plástica.

“El compositor trata de ser narrativo, pero su música va más allá de la pintura que sirvió de inspiración, su amigo en realidad no era un pintor, era obra muy naif y la forma en que se inspiró Mussorgsky es muy difícil de imaginar. Me parece más un acto de amistad que verdadera influencia, es mucho mejor la versión con piano, es más pura armónicamente que la orquestal”.

Mikhail Rudy comentó que siempre le han interesado diferentes tipos de arte, disfrutar de las obras y participar activamente como creador.

La propuesta ofrece una experiencia diferente donde se representan escenas fantásticas, oníricas, terrenales y filosóficas.

“Con esta combinación de diferentes artes quiero que el espectador tenga una experiencia única… Es un gran placer para mí, lo hubiera hecho antes si hubiera tenido la posibilidad, tener las anotaciones de Kandinsky me dieron confianza”.

Si bien la interdisciplina ha existido en la historia de creaciones artísticas, Mikhail Rudy reconoció que los elementos visuales deberían estar más presentes en el futuro que ahora, al estar en una civilización más visual; “pero eso no quiere decir que un pianista que ha pasado toda su vida practicando a Chopin sienta la obligación de poner una pantalla, sería totalmente ridículo”.

En la primera parte del concierto, el pianista interpretará cuatro Nocturnos, de Chopin, y la Sonata en s.178, de Franz Liszt, para luego dar paso a Cuadros de una exposición.

Cuadros de una exposición se presentará el miércoles 27 de noviembre a las 20 horas en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart), en Río Churubusco no. 79, colonia Country Club. Localidades: $150.