Durante la pandemia de covid-19, llegaron a la vida cotidiana los cubrebocas que, si bien ya existían, eran de uso casi exclusivo del sector salud o de industrias como la alimenticia, pero que ahora se han vuelto indispensables para reducir los niveles de contagio.

Sin embargo, al comienzo de la emergencia sanitaria en todos los países, el suministro de cubrebocas desechables se redujo debido a la alta demanda y a la canalización de los cargamentos existentes para los países con mayor cantidad de casos de covid-19.

Incluso, los cubrebocas especializados N95 que eran utilizados por los equipos médicos para protegerse específicamente del nuevo virus escasearon, por lo que personal médico y de enfermería idearon la forma de reutilizar estos cubrebocas, los cuales están diseñados para descartarse luego de su uso.

Limpieza de cubrebocas N95

Para explicar la forma en que se deben limpiar, primero se debe saber la forma en que trabajan estos cubrebocas.

Los cubrebocas N95 utilizan una serie de capas de hilos de polipropileno ultra delgado prensado, de forma que el material compacto no tiene un patrón tejido como lo tiene la tela, mientras que por fuera tiene otra capa de material impermeable, por dentro tiene otro absorbente.

La función de esto es que las gotas de líquido contaminado con el virus u otro material tóxico, no se absorba por el material y se pueda caer, evitando que con el paso del tiempo ingrese a la capa interna del cubrebocas.

Asimismo, la capa absorbente del interior, evita que las gotas aerosolizadas con posible carga viral salgan hacia el exterior.

Además, las fibras plásticas del cubrebocas tienen una carga estática, por lo que cualquier partícula demasiado pequeña para quedar atorada entre los espacios, es traída magnéticamente para no pasar hasta la boca y nariz de quien lo usa.

Debido a esta característica, es que no se pueden utilizar métodos de limpieza como con los cubrebocas de tela, ya que es posible dañar las capas que protegen y quitarle la carga estática que aumenta de forma considerable la protección contra el nuevo coronavirus.

De acuerdo con las indicaciones hechas por la doctora Kirsten Koehler, del Colegio de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg en Estados Unidos, el método más adecuado para mantener efectivas y desinfectadas las máscaras N95 es muy simple.

La desinfección total y desactivación del virus SARS CoV2 en los respiradores N95 se lleva de forma natural, luego de 7 días sin uso, por lo que se recomienda dejar los cubrebocas en una bolsa de papel o una caja de cartón para que el aire seque cualquier microorganismo adherido a sus fibras.

En los entornos médicos, algunos trabajadores de la salud usan una serie de cubrebocas para rotar su uso cada día, con lo que pueden dejar una semana desinfectándose hasta que se cumplan los 7 días y puedan volverlo a usar.

Otros métodos emergentes

Durante los meses de la pandemia y a causa de la escasez de mascaras N95, un grupo de científicos y doctores de diferentes hospitales y universidades, coordinados por el instituto Standfod, realizaron pruebas en formas de desinfección de cubrebocas, con tal de mantener los niveles de bioseguridad óptimos.

De acuerdo con el sitio N95decon.com, el cual surgió como resultado de estas pruebas, se obtuvieron 3 formas de descontaminar los cubrebocas de forma segura y además, uno de estos métodos se puede hacer en casa.

El primer método conlleva la utilización de luz ultravioleta, con la que se ilumina toda la superficie externa e interna de las mascarillas durante un tiempo prolongado para matar los microorganismos.

Sin embargo, solo en entornos médicos se tienen los aparatos especializados para hacer este método.

El segundo método de limpieza es con un baño de vapor de peróxido de hidrógeno, el cual atraviesa las capas del cubrebocas, eliminando los patógenos entre sus fibras, sin embargo, al ser una sustancia potente, se debe tener cuidado y usar protección respiratoria.

Esta forma de desinfección se encontró útil para hacer limpieza en cantidades grandes de cubrebocas al mismo tiempo.

El tercer método se puede realizar en casa: baños de vapor de agua.

La alta temperatura del vapor aniquila los microorganismos entre las capas del cubrebocas, mientras que mantiene casi intacta la carga estática de las fibras de polipropileno.

Este método se puede hacer con una pistola de vapor o incluso con una vaporera, además que se pueden limpiar varios al mismo tiempo.

Solo es importante dejarlos secar al menos durante toda la noche para que recuperen su efectividad al filtrar micropartículas.