Los estadounidenses de origen mexicano que fueron agredidos por elementos de la Fuerza Civil en Actopan rechazaron tener armas “para cazar venados”, tal y como lo refirió el gobernador, Cuitláhuac García Jiménez, al señalar una de las versiones que dieron pie a su detención.

Hay que recordar que la noche del 31 de diciembre de 2018 en la comunidad de Santa Rosa de dicho municipio los ciudadanos Paul Sergio Reyes Rodríguez; Abraham Rosado Zarate; José Aniceto Rosado Zarate; David Rosado; Abraham Rosado Junior; Israel Kevin Cruz y Héctor Márquez Rosado, habrían sido robados, torturados y padecido la siembra de armas por parte de los elementos estatales.

“Yo ni cazador soy, yo no tengo tiempo para eso”, dijo David en una conferencia de prensa en Xalapa, reafirmando la versión de sus familiares de que simplemente estaban de visita en Actopan para pasar el fin de año.

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David explicó que desde años atrás sus familiares migraron a los Estados Unidos y varios nacieron en aquél país, en donde la mayoría se dedica a la construcción y al transporte de mercancías en California.

“Mi familia es originaria de Santa Rosa, nosotros los hijos nacimos en Estados Unidos, vinimos nada más a visitar. Siempre hemos venido una vez o dos veces al año”, comentó David.

Igualmente desmintió la versión de los elementos de la Fuerza Civil, quienes argumentaron que trataron de detenerlos cuando se transportaban a bordo de una camioneta y al verse sorprendidos comenzaron a dispararles a los elementos.

“Ellos dicen que nos agarraron en la camioneta y con armas largas, cuando nosotros solo tratábamos de celebrar el fin de año en nuestras casas; la camioneta incluso sigue sin aparecer porque la sacaron de la misma casa”.

Por su parte Abraham Rosado Zarate dijo que lo que realmente ocurrió es que integrantes de la Fuerza Civil llegaron a la vivienda en donde se encontraban, incluso trepando las bardas, para someterlos, robarles y fingir su detención.

Reconocieron que gracias a la intervención de la embajada estadounidense se pudo confrontar la versión de los policías y la Procuraduría General de la República terminó por desecharla, de ahí que quedaron en libertad.

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Además, añadieron que Abraham Rosado Junior quedó con la quijada fracturada y necesita una operación, apuntando que durante la agresión los policías se metieron a otra vivienda y también golpearon a una mujer de la familia.

“Cuando vinimos pensamos quedarnos hasta el día 20 de enero, pero si pudiera regresarme mañana lo hacía”, lamentó Abraham Rosado Zarate.

Los estadounidenses dijeron que los elementos de la Fuerza Civil les robaron teléfonos, carteras, dinero en efectivo y solo los dejaron con sus pasaportes.

Finalmente confirmaron que ya presentaron las denuncias correspondientes ante la Fiscalía General del Estado y la Procuraduría General de la República, además de que presentaron una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

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