El triunfo de López Obrador en el país, tuvo claves para consolidarse con una extensa ventaja sobre los otros candidatos, y que hace dos sexenios no operaba este análisis que lo llevaría a la victoria; la conquista del voto en la zona norte del país.

Hace 12 años, cuando buscó por primera vez la presidencia, la preferencia electoral para el tabasqueño en el norte, fue de la más baja en todo el país. Ni si quiera alcanzaba más del 25 por ciento por cada entidad. Los números de votos eran muy bajos. En entidades como Durango únicamente alcanzaba la baja cantidad de 112 mil 713 votos. En estados como Chihuahua y Sonora sólo logró 186 mil 778  y 213 mil 983 votos, respectivamente.

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En 2012, sin un análisis de error comparándolo con el 2006, la cosa se repitió; Andrés Manuel no alcanzó un mayor porcentaje del voto a su favor en la zona. Por ejemplo, en Tamaulipas y Coahuila, ni si quiera llegaba la preferencia al 20 por ciento en cada estado. En el primero únicamente alcanzó 19.70 por ciento (273 mil 508 votos), mientras que en Coahuila juntó un 19.79 por ciento de la votación (227 mil 287 votos). Prácticamente nada, hablando de que en esos estados los votantes superaban el millón.

Ese mismo año, en Sonora sólo recaudo el 24.61 por ciento de los votos; en Nuevo León 22.01 por ciento; y en Durango la baja preferencia de 21.74 por ciento.

Baja California tuvo el mayor porcentaje de los votos que favorecían a López Obrador en la zona regional, con el 31.15 por ciento.

Este año, la experiencia de López Obrador en las campañas electorales logró conquistar un electorado que no había conseguido anteriormente. Los porcentajes de los votos en la zona norte del país superaron cualquier expectativa cuantitativa para ganar las elecciones. En Sonora, hubo un histórico porcentaje en favor del tabasqueño, con un 59.51 por ciento de votos, más del doble de seis años atrás. En Tamaulipas alcanzó un 48.99 por ciento, también doblando la cantidad que generó en 2006; en Durango ganó un 47.35 por ciento, es decir, 25.61 por ciento más que la elección pasada, mientras que en Coahuila contó con un 44.99 por ciento.

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Baja California obtuvo el mayor porcentaje, con 62.19 puntos porcentuales de los votos.

Nuevo León –junto con Guanajuato- fueron los únicos estados del país donde los votos no le dieron el triunfo, en ambos ganó el candidato del Frente por México. En Nuevo León únicamente logro conseguir el 33.15 por ciento.

Morena, junto con su líder, marcaron un fenómeno social estas elecciones; recuperaron el voto perdido, ganaron un voto que no tenían y mantuvieron el que los ha seguido desde hace más de una década.

La alta participación ciudadana que se presentó a votar y la amplia ventaja con la que ganó, muestran una victoria democrática, la cual tendrá que mantener durante los próximos seis años.

Con información de La Silla Rota

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