Xalapa, Veracruz.- La Fiscal Especializada en Delitos Sexuales y contra la Familia, Yendi Guadalupe Torres Castellanos que fue asesinada la mañana de este lunes, tuvo en sus manos varios casos de feminicidios ocurridos en la zona norte de la entidad.

A la mesa de la fiscalía a su cargo llegaron casos como el ocurrido a inicios del 2017, durante en el mes de febrero, cuando una joven fue secuestrada, y su madre se apresuró a pagar el rescate. El hecho no tuvo un buen desenlace, ambas fueron asesinadas y tiradas en la vía pública.

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Otro caso del que Torres Castellanos tuvo conocimiento fue el de una mujer que fue asesinada de un disparo en la cabeza en el municipio de Tuxpan, después de pagar el rescate de su marido.

El cuerpo de su esposo Justo Bautista Aburto, empresario dedicado a la venta de fuegos pirotécnicos, originarios de Xiutetelco, Puebla, apareció desmembrado en el municipio de Panuco, a finales de octubre pasado.

Torres Castellanos, de 35 años de edad, estudió la licenciatura en derecho en el Instituto de Ciencias y Estudios superiores de Tampico, Tamaulipas. Y desde 2016, asumió su cargo como Fiscal, palestra desde donde observó los hechos de violencia que hicieron cimbrar la región norte de la entidad.

Un dato relevante en torno al homicidio de la Fiscal es que ocurrió en el municipio de Pánuco, considerado el feudo político de Ricardo García Guzmán, ex contralor de Javier Duarte, que fue alcalde de este municipio en el periodo 2007-2010. Y que después impulsó a sus hijos: Rodrigo y Ricardo García Escalante que en la actualidad se desempeñan como diputado local y alcalde de Pánuco, respectivamente.

Antes de trabajar para la fiscalía, Yendi Guadalupe Torres Castellanos trabajó para Ricardo García Guzmán. En 2008 fue parte del gobierno municipal priista, en donde se desempeñó como auxiliar jurídico en la policía municipal, asesora jurídica del ayuntamiento, e inspectora de alcoholes en el ayuntamiento.

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El asesinato de la Fiscal Especializada en Delitos Sexuales y contra la Familia la mañana de este lunes, a las 09:00 horas, cuando se estacionaba frente a su cetro de trabajo, también se enmarca en una ola de violencia que dejó más de 20 muertos durante el fin de semana.

Pero, sobre todo, en un ambiente altamente mortífero para las mujeres en el municipio de Pánuco, que actualmente gobierna Ricardo García Escalante.

Como ejemplo de los hechos de violencia que se han suscitado contra mujeres en esa región, se enumeran el ocurrido el viernes 24 de noviembre, cuando el cuerpo de una mujer con signos de tortura fue abandonado sobre la carretera Alazán-Canoas, perteneciente al municipio de Pánuco.

Así como el que tuvo lugar el 30 de octubre, cuando una mujer fue asesinada a un costado de la Plaza Garibaldi, de Pánuco. Y otro ocurrido en septiembre, cuando una mujer de nombre Jade Azuera, fue localizada en un camino rural del municipio de Pánuco. Tenía un disparo en la boca.

Por las reiteradas agresiones a mujeres en Pánuco, el alcalde de esta localidad, Ricardo García Escalante, no ha hecho ningún pronunciamiento al respecto. Incluso, en aquel caso en el caso de la mujer fue asesinada en la plaza Garibaldi, a unas cuadras del Palacio Municipal.

En noviembre de 2016, fue decretada la alerta por feminicidio para 11 municipios e la entidad veracruzana, debido a los constantes hechos de violencia contra las mujeres y la impunidad que prevalece en esos casos.

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