Para lograr un orgasmo se necesitan diversos elementos y uno de los más importantes es la mente. Muy pocas mujeres lo saben pero para lograr un orgasmo muy placentero, es necesario experimentar antes un orgasto.

El orgasto está muy asociado con el orgasmo, hay quienes creen que la única diferencia entre uno y otro radica en que el primero es una reacción previa o una predisposición al segundo para disfrutarlo mucho más.

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¿Qué es un orgasto?

Se le llama así al momento del desencadenamiento automático que se produce en la mente para lograr un orgasmo.

El orgasto es la reacción previa al placer físico que indica que estamos a punto de experimentar un orgasmo vaginal, clitoriano o anal.

Cuando un orgasto es fallido o ignorado, alcanzar el orgasmo resulta casi imposible, por mucho que la estimulación dure mucho tiempo. Un orgasto puede ser interrumpido por distracciones, preocupaciones o dudas y emociones negativas.

Este tipo de emociones impiden que el orgasto se consiga y que se logre una conección de la mente con el resto del cuerpo.

¿Cómo lograr un orgasto?

Para lograr esa conexión entre la mente y el cuerpo es muy importante dejar de lado los pensamientos negativos y la ansiedad.

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Según el sexólogo Alfonso Antona, las preocupaciones bloquean inmediatamente y de manera inconsciente la respuesta mental ante el placer.

El orgasto es un paso muy importante para lograr un orgasmo simultáneo con tu pareja, aunque primero ambos deben comprender que la excitación y el placer no son lo mismo.

La excitación es parte de las sensaciones físicas porque involucra los reflejos y las sensaciones corporales, mientras que el placer se relaciona exclusivamente con lo emocional y psicológico.

Por lo tanto, para tener un orgasto con tu pareja y luego alcanzar juntos el orgasmo, deben estar conscientes tanto del placer como de la excitación y luego juntar ambas respuestas en un solo estímulo que conecte a la mente y al cuerpo.

Como parte de las respuestas normales de nuestro cuerpo ante la excitación se encuentra la contracción de las paredes vaginales y la secreción de flujo. Sin embargo, para lograr un orgasmo no bastan esos elementos, se requieren una serie de factores que van más allá de lo físico.

Concentrarte en el placer que un momento de intimidad te está provocando, aceptar y sobre todo disfrutar lo que sientes, son claves para tener orgasmos placenteros.

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