Xalapa, Veracruz.- La desaparición de Lizbeth Campechano Yan, integrante del grupo sonero Los Campechanos,  ha conmovido a la comunidad sonera de Veracruz, que este sábado decidió salir a las principales  plazas públicas de Xalapa, Veracruz-puerto y Santiago Tuxtla, a protestar por su ausencia.

Campechano Yan desapareció el 15 de septiembre, a las 13:20 horas, el horario de salida del Ilustre Instituto Veracruzano, en el puerto de Veracruz, a donde llegó hace un mes para continuar sus estudios.

La joven de 15 años de edad es bailadora en Los Campechanos, un grupo familiar difusor y promotor del Son Jarocho en el municipio de Santiago Tuxtla.  A Lizbeth Campechano la comunidad sonera la recuerda por sus pasos de baile durante los fandangos.

“Hoy estamos aquí por ellos, queremos que Los Campechanos sientan que los acompañamos que estamos pendientes de la seguridad de Lizbeth, pero también por nuestra seguridad, nuestro bienestar, la seguridad de la niña y de todas las mujeres y los hombres en Veracruz”, dijo Wendy Cao Romero, integrante de Los Utreras.

Enseguida, una docena de músicos comenzó a rascar las jaranas, en los bajos de Palacio de Gobierno, en la capital del estado, como una protesta para exigir la presentación con vida de la joven.

Lo último que se sabe de Lizbeth Campechano es que el jueves 15 de septiembre, alrededor de las 13:20 horas del día, abordó un autobús de pasaje, a las afueras de su escuela preparatoria.

Cuando la familia intentó interponer la denuncia por su desaparición, personal de la Fiscalía General del Estado, le pidió que regresara el lunes 19 de septiembre, porque estaban de puente por fiestas patrias.

El hecho ha generado el enojo de la comunidad sonera que ve en la desaparición de Lizbeth Campechano una de las expresiones más graves, de la violencia y la inseguridad, que desde hace tiempo ronda los círculos de la comunidad musical.

Los soneros que protestaron en los bajos de palacio de Gobierno coinciden en que la ola de inseguridad en Veracruz ha trastocado la vida de todos, incluida la de la comunidad sonera.

Hay regiones en el sur de Veracruz, considerados la mata del son, donde los soneros han preferido cancelar eventos, por ejemplo: Rodríguez Clara, Coatzacoalcos, Minatitlán, Cosoleacaque y Cosamaloapan.

Sí acaso no resisten la tentación de reunirse y compartir sus sones, viajan en caravana, en horarios diurnos, y a través de convocatorias no tan masivas y no tan públicas.

“Antes, uno podía viajar de Xalapa al Amate, en Santiago Tuxtla, a las 6 de la tarde,  llegaba a las 12 o la una de la mañana y no había problema. Ahora ya no, hay que cuidar los horarios, viajar en caravana”, dice Ramón Gutiérrez, del grupo Son de Madera, quien advierte que desde que la inseguridad se apoderó del territorio veracruzano, los soneros viven con zozobra.

 “Reencontremos nuestros corazones, y  hagamos algo por la inseguridad en este país, porque estamos muy, muy desprotegidos”, dice Wendy Cao, mientras las jaranas hacen su reclamo en los bajos de Palacio de Gobierno.