El plazo se cumplió. Héctor Luis El Güero Palma regresó a México por Matamoros y lo primero que preguntó al encontrarse frente a un funcionario del Instituto Nacional de Migración (INM) fue: ‘‘¿Estoy detenido?’’

Para entonces, el cofundador del cártel de Sinaloa había llegado a la mitad de la Puerta México, custodiado por agentes estadunidenses de migración y aduanas, más otros de protección fronteriza; conforme al protocolo, fue entregado a las autoridades mexicanas tras confirmar la identidad del repatriado.

Cuando El Güero Palma llegó a la estación migratoria y estuvo frente a quien documentaría su ingreso, preguntó: ‘‘¿Estoy detenido?’’ La respuesta fue: ‘‘Aquí daremos trámite a su proceso de repatriación’’. Los agentes esperaron a que concluyera el registro y a que le entregaran documentos que acreditan su nacionalidad.

Fuera de la estación migratoria había elementos de la Secretaría de Marina y del Ejército custodiando la zona y esperando a que Palma Salazar quedara a su disposición. Una vez que concluyó el trámite de repatriación, los marinos lo trasladaron hasta el aeropuerto de Matamoros, donde ya lo esperaba una aeronave de la Procuraduría General de la República (PGR).

Palma Salazar nació en el poblado Noria de Abajo, en Mocorito, Sinaloa, entidad que ha sido cuna de narcotraficantes como Joaquín El Chapo Guzmán Loera, su socio; el finado Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos; Ismael El Mayo Zambada; Rafael Caro Quintero; Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto, y también estado natal de quien fue su jefe, Miguel Ángel Félix Gallardo.

El Güero Palma se inició en el narcotráfico al comienzo de la década de los 80, y al igual que El Chapo Guzmán trabajaba con Félix Gallardo, quien llegó a ser conocido como El jefe de jefes del cártel de Jalisco.

El capo se relacionó con José Ramón Laija Serrano, El Colo, hermano de Guadalupe Laija, quien se convertiría en su esposa y con quien tendría dos hijos. La ambición de El Güero Palma y de El Chapo Guzmán hizo que traicionaran a Félix Gallardo y se apoderaran de un cargamento de varias toneladas de cocaína y de 10 millones de dólares.

El robo significó que por primera vez en la historia de los grandes narcotraficantes se rompiera una de las reglas no escritas del hampa: respetar a la familia.

El venezolano Enrique Rafael Clavel Moreno se convirtió en el artífice de la venganza de Félix Gallardo; llevó a la mujer de El Güero Palma a Estados Unidos y la asesinó. Luego se trasladó a Venezuela y mató en ese país a los hijos del capo mexicano, Nataly y Jesús Héctor Palma Laija, de seis y cinco años de edad, respectivamente.

Palma Salazar ascendió en el narcotráfico hasta llegar a ser, junto con Guzmán Loera, uno de los líderes del cártel de Sinaloa. Sin embargo, en 1993, con la detención de El Chapo Guzmán, durante dos años fue el máximo dirigente del grupo criminal. En 1995, cuando fue detenido por efectivos del Ejército, había estado preso en México hasta enero de 2007, cuando fue extraditado a Estados Unidos, donde le redujeron su condena de 70 años y este miércoles fue repatriado al país.

El cruce internacional Puerta México, que comunica Matamoros, Tamaulipas, con Browsnville, Texas, fue escenario de la entrega del capo, quien llegó vistiendo una camisa de manga larga y pantalón oscuro, así como una gorra beisbolera que hacía sombra a su rostro marcado por un bigote tupido.

Pasaban las cinco de la tarde cuando un grupo de agentes estadunidenses armados con fusiles de asalto –algunos con la cara cubierta– cruzaron la placa que marca los límites entre ambos países; rodeaban a un hombre delgado quien, cargando una maleta negra, escudriñaba el paisaje del río Bravo.

Para la entrega, oficiales de ambos países determinaron cerrar a la circulación vehicular y peatonal el purnte, por lo que decenas de automóviles permanecieron a mitad del cruce.

Durante casi una hora, Palma Salazar permaneció en ese espacio para luego salir y abordar el vehículo todo terreno de la Secretaría de Marina, conocido como Gato del Desierto, con número económico 0916585, que lo trasladaría al aeropuerto matamorense.

A unos 20 kilómetros del puente internacional por donde El Güero Palma fue repatriado, el aeropuerto Servando Canales, de Matamoros, había sido blindado desde mediodía por una decena de patrullas de la Policía Federal.

El contingente ingresó hasta la pista donde dos aviones de la Secretaría de Marina permanecían con los motores encendidos. Al filo de la seis de la tarde las aeronaves despegaron de Matamoros con destino a la Ciudad de México, y pasadas las nueve de la noche fue trasladado del hangar de la PGR en el aeropuerto capitalino al penal de máxima seguridad del Altiplano.

Con base en una orden de aprehensión librada por un juez del fuero común del estado de Nayarit, y por una acusación relacionada con el homicidio de dos personas –sin especificar la fecha de los asesinatos–, Palma seguirá preso.

La PGR señaló que ‘‘permanecerá internado en dicho centro durante el proceso judicial correspondiente’’, y señaló que su aprehensión se realizó ‘‘con base en el convenio de colaboración suscrito en el marco de la Conferencia Nacional de Procuradores y se realizó con estricto apego a la legalidad y pleno respeto a los derechos humanos”.

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