La presencia de Héctor Yunes en el mitin no fue un día de campo. En la protesta había pensionados indignados por las acciones del gobernador priista, que consideraban que el senador no había hecho nada para defenderlos:

“Tenemos ocho días de protestas, y apenas llegas”, “Vamos a darle un voto de castigo al PRI”, “Nos vemos en las urnas”, le expresaron.

Yunes Landa mostró el temple político. Con la cara roja, tragó sapos. En silencio, aceptó cada uno de los reproches hacia su figura política. Y con movimientos de cabeza mostraba su empatía con los señalamientos en contra del gobierno duartista.

Cada tanto, cuando alguno de los presentes le lanzaba algún comentario del tipo: “es una salvajada que le hayan pegado a pensionados”, Héctor Yunes pescaba el comentario y decía: “estoy de acuerdo”, y reanudaba una conversación en corto con quienes lo rodeaban.

“Yo aguanto porque soy una persona formada en esto. Fue una convocatoria abierta y estoy aquí porque tengo la convicción de apoyar”, dijo el Senador a una mujer que lo increpaba.

Así, sorteando comentarios en contra del partido que representa, en contra del gobierno de Javier Duarte, y contra su actuación en el Senado de la República, en donde votó a favor de las reformas estructurales, Yunes Landa aguantó dos horas de pie en la protesta.

“Es político porque aguanta la caña, aguanta la caña”, fue la conclusión de señor entrado en años, que observaba la situación.

El momento más ríspido  de la presencia de Yunes Landa en la manifestación tuvo lugar cuando integrantes del Sindicato Unificador Magisterial (SUMA) – un grupo cercano al secretario de gobierno, Flavino Ríos Alvarado, y que hasta el día de hoy, no había estado en ninguna de las protestas de los pensionados- alentó consignas en contra del senador.

“No le hagan plática, no tiene dignidad”, “Fuera Yunes, fuera Yunes”, comenzaron a decir los integrantes de SUMA.

El equipo de Yunes Landa consideró pertinente emprender la retirada. El senador se llevó el celular a la oreja, y simulando una llamada, se retiró del lugar.