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Javier Duarte dejará a Veracruz en “quiebra técnica”: Economista
Xalapa, Veracruz.- El gobernador de Veracruz Javier Duarte ha solicitando autorización para contratar deuda pública para pagar la deuda ya existente, en una desesperada estrategia de un gobierno en “quiebra técnica”.
A decir del economista Hilario Barcelata Chávez, esta propuesta no es la solución a los problemas financieros del estado, y sólo “incrementará las obligaciones financieras estatales de una manera alarmante, escandalosa e innecesaria y que en nada beneficiará a Veracruz”.
En un análisis que realizó el Observatorio de Finanzas Públicas de la UV, el especialista señaló que el monto de la deuda que se pretende contratar no tiene precedente pues suma un total de 31 mil 950 millones de pesos, constituidos de la siguiente manera:
- 15,000 millones de pesos para pagar deuda pública existente con respaldo del Impuesto a las Erogaciones por Remuneraciones;
- 5 mil millones de pesos también para pago de deuda con respaldo del FAFEF; 5 mil millones de pesos más respaldado con participaciones federales para inversión productiva;
- 4 mil 500 millones de pesos para garantía de pago oportuno y
- 750 millones de pesos más , también para garantía de pago oportuno.
De acuerdo con la propuesta del gobernador, sólo 20 mil 000 millones de pesos se destinarán al pago de deuda. El resto es para otros fines: 5 mil 250 millones de pesos se contratarán para servir como garantía de pago oportuno de los créditos contratados, mientras que otros 6 mil 700 millones de pesos se contratarán para inversión productiva.
El experto en finanzas públicas estimó que adicionalmente hay que considerar que la contratación de deuda genera un conjunto de gastos para cubrir los servicios de las calificadoras, asesores, servicios fiduciarios, comisiones y contraprestaciones, etc., los cuales se pueden estimar en un monto de cerca de los 5 mil millones de pesos, lo cual sumado a la deuda que se pretende contratar representaría un total de 36 mil 950 millones de pesos.
Además, a este monto de deuda hay que agregar los intereses que obligatoriamente deberá pagar el gobierno estatal por la disposición de estos recursos. Si logra una tasa de interés favorable podría estar pagando un 6 por ciento de interés anual por créditos que tiene autorizado a contratar hasta 20 años.
De manera que anualmente estaría pagando 1 mil 917 millones de pesos de intereses, lo que en 20 años implica un gasto de 38 mil 340 millones de pesos.
Lo anterior significa que la solicitud de deuda nueva obligaría al gobierno del estado a pagar 31 mil 950 millones de pesos de amortizaciones, más 38 mil 340 millones de pesos de intereses más 5 mil millones de pesos de gastos de contratación, esto es un total de 75 mil 290 millones de pesos.
En su análisis, Hilario Barcelata recordó que el gobierno tiene la posibilidad de contraer más deuda ya que en la Ley de Ingresos de 2015 se le autorizó un monto equivalente al 5 por ciento de sus ingresos ordinarios, esto es 4 mil 939 millones de pesos, de los cuales ya se utilizaron 1 mil 388 millones de pesos por un crédito adquirido en el mes de marzo de este año, por lo que aún puede contratar deuda adicional por 3 mil 551 millones de pesos.
Es decir, la deuda pública podrían incrementarse este año hasta 36 mil 950 millones de pesos. Pero si se considera el pago de intereses que generará estos créditos y los gastos asociados a los mismos, el monto de las erogaciones que acumulará el gobierno de Veracruz es del orden de los 78 mil 841 millones de pesos que deberán ser liquidados en los próximos 20 años.
Esto sin contar la deuda actual que ya tiene el gobierno estatal que es, según estimaciones propias de 78 mil 758 millones de pesos, lo cual al sumarse representa un monto de obligaciones de pago por endeudamiento de 157 mil 599 millones de pesos.
Por todo lo anterior, el experto en finanzas públicas consideró que “el plan del gobierno estatal de contratar más deuda para pagar la ya existente más que una estrategia financiera seria y responsable es una medida desesperada para enfrentar el año electoral que viene, quitarse de encima un poco de presión de los acreedores y llenar los cajones de dinero para lo que se ofrezca el próximo año, que es el último de la actual administración”.
Sin embargo, “esto dejará un escenario con escasos márgenes de maniobra para el próximo gobierno, al cual no le quedará otra opción que revisar la legalidad de toda la deuda contratada en esta administración y pagar únicamente lo que haya sido contratado conforme a la ley. Y lo demás, que lo pague quien lo haya contratado”.