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Poco confiables las cifras de pobreza en América Latina
El ganador del Premio Nobel de Economía 2015, Angus Deaton, sostuvo que América Latina es la región del mundo con el más bajo nivel de confiabilidad en las cifras del estado de la pobreza de sus habitantes.
Deaton, profesor de economía y asuntos internacionales de la Universidad de Princeton, que fue galardonado por sus trabajos académicos sobre consumo, pobreza e inequidad, señaló que los encuestadores en temas de pobreza hacen las preguntas equivocadas y los encuestados temen decir la verdad.
“Las cifras no son creíbles para nada”, expresó en un encuentro con la prensa y con alumnos de la universidad, horas después de ser anunciado su triunfo por la Academia Sueca de las Ciencias.
No obstante, reconoció que América Latina no es su especialidad y aclaró que su lectura del reciente reporte del Banco Mundial sobre la pobreza en el mundo confirmó su percepción de lo poco que esa institución internacional conoce del tema en el caso de América Latina.
“La pobreza está peor medida en América Latina que en ninguna otra región. Las encuestas de medición de la pobreza se basan en un modelo anticuado”, insistió según una nota del periódico La Jornada.
Deaton reconoció las acciones contra la desigualdad en las dos mayores economías de Sudamérica, Brasil y Argentina, y destacó que han logrado eludir la tendencia global, que apunta hacia mayor desigualdad.
“Son un modelo de una dinámica redistribución de programas sociales, que han sacado a mucha gente de la pobreza, han hecho mucho por la salud pública y cerrado la brecha”, apuntó.
De buen humor, Deaton dijo sonriente haber recibido la llamada de la Academia Sueca a las 6:10 de la mañana. Aunque sabía que estaba en la lista de candidatos, no esperaba la llamada. “Les agradecí por teléfono unas 150 veces y ellos me dieron las gracias a mí”, comentó.
Angus Deaton, de la Universidad de Princeton, ha sostenido que el indicador PIB (producto interno bruto) está “desfasado”, aunque es privilegiado por gobiernos e instituciones.
Ganó el Premio Nobel de economía por su obra sobre consumo y pobreza, que puso el foco en el consumo concreto de los hogares y no en las grandes magnitudes. Su estudio ha ayudado a redefinir la medición de la pobreza en el mundo, particularmente en India. Su trabajo ha tenido “una importancia enorme para el bienestar humano, sobre todo en países pobres”.
Por teléfono, tras el anuncio del premio, Deaton expresó: “Aún queda mucho por hacer. Para muchas, muchas personas en el mundo las cosas están muy mal”. En cuanto a la actual crisis de refugiados, recordó los “siglos de desarrollo desigual” entre regiones ricas y pobres.
En una videoconferencia de prensa con los periodistas que cubrían el anuncio del Nobel, Deaton reafirmó su convicción de que la pobreza seguiría retrocediendo.
“Preveo que seguirá disminuyendo. Pienso que hemos asistido a una notoria reducción en los últimos 20 a 30 años y mi expectativa es que continuará”, declaró.
Admitió, sin embargo, que aún falta mucho por hacer, dada la existencia de 700 millones de personas que siguen viviendo en condiciones de extrema pobreza, según estadísticas del Banco Mundial.
Hay “tremendos problemas de salud en adultos y niños en India, donde se han registrado muchos progresos”, expuso Deaton. La mitad de los niños del país “están desnutridos” y “para mucha gente en el mundo las cosas están realmente muy mal”.
El secretario del comité, Torsten Persson, expuso que las investigaciones de Deaton “han mostrado a otros investigadores y organizaciones internacionales, como el Banco Mundial, cómo comprender la pobreza en el nivel más básico, lo cual es quizás su aporte más extraordinario e importante”.
“Para elaborar políticas económicas que promuevan el bienestar y reduzcan la pobreza, debemos comprender en primer lugar las opciones individuales de consumo. Angus Deaton, más que nadie, mejoró esta comprensión”, explicó la Real Academia de Suecia de las Ciencias al anunciar el nombre del premiado.
Las investigaciones de Deaton, “al poner de relieve la relación entre las opciones individuales y sus efectos en el conjunto de la economía, contribuyeron a transformar la macroeconomía, la microeconomía y la economía del desarrollo”, agregó el jurado de los Nobel.
El laureado describe ampliamente la mejora del bienestar del hombre desde el siglo XVIII. Para él, hay que disociar la acumulación de riqueza del nivel de actividad económica, medido en casi todo el planeta en términos del PIB.
Su galardón, explicó el comité Nobel, es un reconocimiento a tres grandes aportaciones. En los años 80 elaboró, junto a su colega John Muellbauer, el concepto “de sistema casi ideal de demanda”, que estudiaba el comportamiento de los consumidores.
En los 90 estudió el vínculo entre consumo e ingresos. Luego midió los estándares de vida y pobreza en países en desarrollo mediante una metodología de encuestas en hogares, la cual permitió arrojar nueva luz sobre la relación entre ingresos e ingesta de calorías o sobre la discriminación de género en el seno de las familias.
Gracias a los trabajos de Deaton, “la economía del desarrollo pasó de ser un campo teórico de datos acumulados a un campo empírico, basado en datos individuales detallados”, subrayó el jurado.
El Nobel de Economía tiene una recompensa de 8 millones de coronas suecas (950 mil dólares) y es el último anunciado.
Consume corrupción 14% de los ingresos de los hogares
La corrupción es un impuesto regresivo para México, pues cuesta 14% del ingreso de los hogares y es capaz de impactar cinco veces los resultados de una reforma fiscal, exhibió María Amparo Casar, del Instituto Mexicano de la Competitividad (Imco).
Durante la inauguración del Foro Hablemos de Corrupción, la directora del Imco detalló que al año representa una pérdida de 890,000 millones de pesos, esto es alrededor de 5 puntos del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano.
De acuerdo con Casar estos recursos comprometería cinco veces los resultados de la reforma fiscal.
Del 2004 a la fecha, puntualizó, los recursos destinados al combate a la corrupción han aumentado 98%; sin embargo, México pasó del lugar 64 al 103 en el índice de transparencia internacional que mide a 177 estados nación.
A su vez, esta mala práctica cuesta al menos 5% de las ventas anuales de las empresas. De acuerdo con cifras que la American Chamber of Commerce arroja sobre el mercado sombra, la piratería causa pérdidas por 43,000 millones de pesos al año.
“La corrupción es en primer lugar un mal endémico y sistémico”, afirmó la también investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas, pues —dijo— atraviesa sectores políticos, partidos, así como sectores sociales y económicos.
Según otra nota del periódico El Economista, Casar indicó que los altos índices de corrupción implican que 83% de los mexicanos no crea en legisladores y que 88% no confíe en el sistema judicial. “México está por debajo del promedio de América Latina en participación y apoyo a la democracia y es el penúltimo en satisfacción en toda AL”, exhibió.
A decir de las organizaciones civiles que participan en el foro, uno de los grandes desafíos para los países con graves problemas de corrupción es investigar, procesar y sancionar a los denunciados por estos delitos.
Durante el panel El Estado de Derecho del foro Hablemos de Corrupción, el subprocurador penal del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Eric Olshan, expresó que para combatir a la corrupción hay que atacar al espectro completo: desde aquellos servidores públicos federales de los más altos niveles hasta los servidores públicos que se encargan de temas educativos en las localidades.
Para ello, sugirió, pueden aplicarse tres estrategias: el seguimiento del dinero —donde pueden estar los actos de corrupción—; confiar en los testigos, para lo cual es necesario generar las condiciones para que puedan y quieran cooperar en las investigaciones y, finalmente, autonomía y responsabilidad en las autoridades investigadoras y fiscalizadoras, pues de no ser independientes, no es posible hacer una buena investigación.
Yara Esquivel, especialista senior financiera de la Iniciativa para la Recuperación de Activos Robados de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y del Banco Mundial, expuso que la corrupción es un delito que debe perseguirse desde la coordinación entre agencias, así como a través de la cooperación internacional, pues los bienes empleados para estas malas prácticas difícilmente quedan en los países de origen. “Casi siempre las personas corruptas buscan disfrutar de los bienes que adquieren en el extranjero”, advirtió.