En un anuncio publicado en una revista que se difunde por internet, el Estado Islámico (EI) puso a la venta al ciudadano chino Fang Jinghui, un consultor de 50 años de edad, y el noruego Johan Grimsgaard, de 48 años, dos rehenes que tiene en su poder.

El Estado Islámico ofrece un número telefónico para realizar ofertas y advierte que el ofrecimiento sólo es por tiempo limitado.

El anuncio va acompañado por fotografías de los rehenes con uniforme de presidiario y aparece en la página 66 de la edición en inglés de la revista Dabiq, una publicación que difunde el grupo en Twitter.

En su publicidad, el Estado Islámico escribió: “Prisionero noruego en venta” y “Prisionero chino en venta”.

El grupo no precisa dónde, cuándo y cómo fueron secuestrados los dos extranjeros, ni precisa el precio que hay que pagar por ellos.

En la parte inferior del anunció sólo se lee: “Al que guste pagar el rescate por su liberación y transferencia puede ponerse en contacto al número siguiente…”

Bajo la imagen de los rehenes, el Estado Islámico asegura que los prisioneros fueron abandonados por sus respectivos gobiernos, que  no hicieron lo posible por comprar su libertad.