• Cultura

Los 7 pecados capitales en las obras de arte

  • e-consulta Veracruz
El 80% de los compradores de arte en México decide adquirir obras de artistas emergentes por accesibilidad para adquirir estas obras.

El 80% de los compradores de arte en México decide adquirir obras de artistas emergentes por la mayor accesibilidad para adquirir estas obras, pero también porque su inversión ascenderá en un tiempo relativamente corto.

Como en toda inversión “a mayor riesgo mayor rentabilidad, pero existen algunas reglas muy simples que los no conocedores pueden seguir para comprar las mejores piezas”, dice Paul Achar, presidente de la Sociedad Mexicana de Autores de las Artes Plásticas (Somaap):

1. Lujuria. Las propuestas muy evidentes, burdas, que aluden a los sentidos físicos sin ninguna propuesta resultan vulgares y poco cotizadas en el mercado de arte mexicano, donde priva cierto conservadurismo pero sobre todo un gran respeto a la familia.

2. Gula. En la elección de un artista debe considerarse que exista concordancia entre los temas abordados y un estilo propio. Los compradores de arte mexicano se desencantan ante propuestas muy disímiles que carecen de un sello propio.

3. Avaricia. El arte en general tiende al hedonismo. Así, los espectadores rechazan pinceladas temerosas y propuestas pobres, poco originales o temas reducidos al convencionalismo.

4. Pereza. Gana espacio el artista que expone y propone, quien divulga su obra y da a conocer sus propuestas, quien participa en foros y se enriquece día a día.

5. Ira. Los iracundos no son las mejores opciones en este momento. El mercado demanda propuestas que de alguna manera contrarresten el estrés generado por altas expresiones de violencia y crímenes de alto impacto social.

6. Envidia. Se consolidan más los artistas que tienen la capacidad de compartir y llevarse bien con los demás, aquellos dispuestos a aprender y manifestar de manera abierta la admiración hacia el talento y propuestas de los demás.

7. Soberbia. México dice no a los artistas soberbios. Busca  personas afines con la capacidad de volcar en trazos y colores su propio mundo interno, se aleja de los “genios”.