• Xalapa

Valeria, la pequeña que ha enfrentado su enfermedad con valentía

Tiene cinco años y necesita un trasplante de médula ósea cuyo costo es de 610 mil pesos.

“Valeria no ha tenido mucha oportunidad de salir de paseo, ella tiene muchas ganas de ir a la playa. Sí ha ido, pero siempre que ha ido se ha enfermado. Por lo regular cuando la sacamos a algún lado vamos con el temor de que ella contraiga algo y le ha tocado la mala suerte de que sí, entonces preferimos ya no hacerlo”.

Con gran esfuerzo para no romper en llanto, así lo compartió Cecilia Solís Rebolledo, madre de la pequeña Valeria Hernández Solís. Y agregó que en dos ocasiones ha llevado a su hija a la playa; una vez a Villa Rica y otra a Veracruz, pero en ambas se ha enfermado.

“Le gusta mucho, a ella le gusta nadar, en realidad no sabe, pero a ella le gusta nadar, le gusta el agua”.

A sus cinco años de edad, Valeria ha demostrado ser más fuerte que todos los adultos que la rodean y ven por su bienestar, reconoció Cecilia, pues en cada tratamiento de quimioterapia siempre se ha portado al nivel de la situación.

“Ella es muy fuerte, se porta muy bien en sus quimios. De hecho ella se porta a veces más fuerte que nosotros, nos dice que todo va a estar bien, yo le he dicho que va a recibir unas nuevas células que van a hacer que ella no reciba medicamentos que la hagan sentir mal, eso la fortalece”.

A pesar de su muy corta edad, la pequeña ha demostrado ser amistosa y sensible, pero a su vez, determinante, fuerte y madura, incluso ha sorprendido a sus amigos y familiares al dejar en claro ser una niña que sabe lo que quiere y que “vive al día”. “Supongo que la enfermedad la hizo así”.

Debido a la leucemia linfoblástica aguda de alto riesgo que padece desde los dos años de edad, Valeria no ha acudido nunca a una escuela, sin embargo sí ha convivido con niñas y niños de su edad, incluso tiene a cinco amiguitos “preferidos”.

“Ella sí nos expresa que quiere ir, pero nosotros no queremos exponerla a que se vaya a infectar o que vaya a contraer alguna enfermedad fuerte porque ella no tiene defensas.

ha convivido con otros niños de su edad, por lo regular en el hospital, ahí sí de su edad y más grandes y más chiquitos. Tiene a sus amigos, ella tiene a sus preferidos en el hospital, por lo regular le gusta que le toquen sus internamientos con sus amigos”.

A Valeria le gustan mucho los animales, continúa Cecilia, aunque nunca ha podido tener una mascota, sin embargo, por lo visto en la televisión, le han despertado muchas ganas por poseer animales de todo tipo para llegar a tener su propia granja.

“Ella me dice que le gustaría tener pollitos, tener una granja, tener cerdos, vacas, todo lo que conlleva una granja, en realidad ella no sabe lo que es eso, pero bueno, le gusta que le compremos juguetes que sean animales”.

Le gustan los bebés, porque como sabe que va a tener su hermanita, le gusta cambiarle los pañales, darles el biberón, le gusta jugar con sus hermanas. Le gusta  pintar, le gusta que le leamos cuentos, hacer manualidades que es lo que hacen en el hospital”.

Los dulces, las chucherías, pero sobre todo el helado de chocolate, han sido unas de las delicias que Valeria no ha podido gozar por su enfermedad; su mamá la ha cuidado mucho en ese aspecto y es rara la ocasión que le da el gusto de probar su postre favorito.

El inicio de su enfermedad

A los dos años de edad, Valeria comenzó a enfermar continuamente; luego de acudir con diversos médicos sin saber qué sucedía, un familiar le practicó una biometría y desde ahí prendieron los focos rojos por la salud de la menor.

Posteriormente, en el 2011 fue llevada al Hospital Infantil de México, donde le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda de alto riesgo, y estuvo en terapia durante una semana. Al término de éste, prosiguió con su tratamiento en Xalapa, en el Centro de Cancerología (Cecan).

Al año del tratamiento y de no haber faltado a ni una quimioterapia, Valeria recayó y la enfermedad se agravó nuevamente. Fue ahí cuando la trasladaron al Instituto Nacional de Pediatría para que fuera valorada para un trasplante de médula ósea.

Allí, les ofrecieron realizar un trasplante con un cordón compatible, toda vez que ella no tiene hermanos compatibles. El 3 de mayo del 2013 tuvo su primer trasplante de cordón umbilical, el cual fue fallido, pues no hubo injerto.

Valeria estuvo recibiendo quimioterapias una vez al mes, pero en febrero la enfermedad regresó  y mediante otra biometría, los médicos se percataron que ésta ya estaba activa nuevamente en su médula.

Luego de todo esto, la fundación ‘Comparte Vida’ les informó de la base de datos con la que cuentan donde están registrados donadores altruistas de todo el mundo, y allí se encontró un donador internacional compatible, sin embargo el costo para procesar las células y traerlas a México es de 47 mil dólares, es decir, 610 mil pesos.