Orizaba, Ver.— Alcaldes electos de la región Orizaba, en el centro del estado de Veracruz, fueron obligados a entregar sus teléfonos celulares antes de ingresar a una reunión convocada por el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis). Esta medida causó la inconformidad de las nuevas administraciones municipales con el organismo.

La reunión se llevó a cabo este lunes 10 de noviembre en el salón Duquesa del Poliforum Mier y Pesado, donde personal del Orfis instaló un módulo improvisado para recibir los dispositivos móviles. Los aparatos fueron guardados en sobres amarillos y colocados dentro de un huacal de plástico, situación que varios asistentes calificaron como “indignante” y “poco profesional”.

De acuerdo con testimonios, la instrucción fue tajante: ningún alcalde podía ingresar al recinto con su celular encendido o consigo, bajo el argumento de evitar grabaciones o filtraciones de la información tratada durante el encuentro sobre rendición de cuentas y procesos administrativos.

“Nos hicieron sentir como si fuéramos sospechosos de algo. No se entiende por qué tanto hermetismo en una reunión que se supone es de orientación y transparencia”, expresó uno de los ediles presentes en el salón ubicado en Orizaba, Veracruz.

El descontento fue tal que algunos funcionarios municipales se resistieron a entregar sus teléfonos celulares, alegando que necesitaban mantenerse comunicados con sus equipos de trabajo y atender posibles contingencias en sus municipios.

Al finalizar el evento, la molestia se incrementó cuando los asistentes no localizaron rápidamente sus dispositivos entre los aparatos retenidos, lo que provocó reclamos y confusión momentánea. Aunque finalmente el dispositivo apareció, el incidente reforzó las críticas hacia el operativo del Orfis. (BRLH)