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2 de octubre no se olvida: cinco libros para entender la herida

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Estas cinco obras reconstruyen la matanza de Tlatelolco, 2 de octubre, desde dentro y los márgenes del poder en 1968.

A 57 años de la matanza del 2 de octubre de 1968, la literatura sigue siendo una de las herramientas más poderosas para preservar la memoria. Varios autores mexicanos han documentado, desde distintos ángulos, lo que sucedió en Tlatelolco aquella tarde.

Desde testimonios directos hasta archivos del poder militar, estos libros ofrecen versiones que contrastan con el discurso oficial que durante décadas intentó silenciar lo ocurrido.

La noche de Tlatelolco (1971) de Elena Poniatowska

La obra se construye a partir de voces de estudiantes, familiares, maestros, periodistas y también de funcionarios. Los testimonios son presentados sin intermediación, lo que permite observar la dimensión humana del evento y el ambiente de represión que marcó al movimiento estudiantil de ese año.

68 (2016), de Paco Ignacio Taibo II

En este libro, el autor comparte memorias, análisis y preguntas no resueltas sobre el movimiento. A partir de notas personales rescatadas, plantea interrogantes que siguen vigentes: cómo se organizó la marcha del silencio, quiénes traicionaron el movimiento y qué pasó con los desaparecidos.

Parte de guerra (1999), Carlos Monsiváis y Julio Scherer García

Reúnen documentos de archivo que muestran la visión militar y gubernamental de los hechos. A través de partes oficiales, informes clasificados y crónicas, los autores exhiben la lógica de guerra con la que el Estado enfrentó a los estudiantes.

Los días y los años (1971) de Luis González de Alba.

El autor, entonces representante de la Facultad de Filosofía y Letras en el Consejo Nacional de Huelga, documenta la vida dentro de Lecumberri y rememora las decisiones, divisiones y esperanzas del movimiento. Su relato es el primero en ser publicado por un dirigente estudiantil desde la cárcel.

La Plaza (2023) de Luis Spota

Recupera la ficción como herramienta para hablar del trauma colectivo. Escrita pocos años después de los hechos pero republicada recientemente, la novela retrata la tensión social de la época y el impacto que tuvo en las vidas comunes.

Su publicación le costó el rechazo del círculo literario dominante, pero se mantuvo como una pieza clave para entender el entorno de esos años.

Estos títulos forman un mosaico de perspectivas que va más allá de los libros de historia. Al combinar testimonios, crónicas, análisis y literatura, estas obras ofrecen una reconstrucción más amplia y compleja de lo ocurrido en 1968. (LV)