Río Blanco, Ver.- Las condiciones precarias en las que opera el Hospital Regional de Río Blanco (HRRB) han generado la inconformidad de familiares de pacientes provenientes de diversos municipios de la región. Ante esta situación, exigen la intervención urgente de la gobernadora Rocío Nahle García para mejorar las instalaciones del inmueble.

Desde la fachada, es evidente la falta de mantenimiento en el hospital, que diariamente recibe a decenas de personas, desde quienes acuden por enfermedades menores hasta casos de gravedad que requieren hospitalización. Sin embargo, todos enfrentan las mismas carencias, que van desde la escasez de insumos médicos hasta la deficiencia de servicios básicos.

Uno de los problemas más graves se presenta en los sanitarios, tanto para hombres como para mujeres. La falta de agua potable ha convertido estos espacios en focos de infección, lo que pone en riesgo la salud de quienes acuden al hospital.

“No hay agua ni para descargar los baños. La gente los usa porque no hay otra opción, pero huele terrible. No hay mangueras ni nada para emergencias”, denunció un usuario, quien aseguró que ha tenido que acudir en varias ocasiones y cada vez encuentra un panorama más deprimente.

A esto se suma el deterioro visible en la estructura: paredes descarapeladas, techos con filtraciones y pintura dañada, situación que se ha agravado con las recientes lluvias. Los usuarios también reportan un déficit de personal médico, lo que provoca que los pacientes pasen días sin ser atendidos, especialmente en casos que requieren especialistas.

La falta de medicamentos es otro de los reclamos constantes. Esta carencia pone en duda el discurso oficial de que la “salud es una prioridad” para los gobiernos estatal y federal. Mientras tanto, el personal médico y de enfermería enfrenta una sobrecarga de trabajo, pues además de sus actividades hospitalarias, deben cumplir con el programa “Salud Casa por Casa”, implementado recientemente.

“Creo que estamos pidiendo lo justo. No queremos lujos como en Dinamarca, sólo condiciones básicas: agua, medicinas, atención humana. Prometieron salud digna, pero no se está cumpliendo. Basta mirar el hospital desde afuera para imaginar cómo está adentro”, expresó una usuaria.

Las lluvias recientes han empeorado el estado del inmueble, con filtraciones y más daños visibles, por lo que familiares de pacientes exigen que se atienda esta situación como una emergencia. Consideran indispensable una intervención inmediata, dado que el HRRB atiende a una gran cantidad de personas de toda la región centro del estado.