La Cabeza Colosal Olmeca número 5, una de las piezas más emblemáticas del Museo de Antropología de Xalapa (MAX), comenzó su viaje hacia el Museo del Louvre en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos. 

Esta impresionante escultura, que pesa diez toneladas y mide un metro con 80 centímetros, es una de las diez cabezas colosales halladas  en San Lorenzo Tenochtitlán, Texistepec, Veracruz, y  junto a otras piezas, son un testimonio imponente de la antigua civilización Olmeca. 

La monumental pieza ubicada en la entrada de la llamada Sala Olmeca del MAX, será exhibida temporalmente junto a obras maestras de diversas culturas de todo el mundo en el renombrado museo del Medio Oriente. 

El director del MAX, Alfredo Delgado Calderón, expresó que este intercambio cultural es una oportunidad única para que el arte y la historia de México sean apreciados en un contexto global. 

“La idea es que dialoguen las grandes civilizaciones del mundo: los egipcios, los griegos y los olmecas, entonces se van a exponer obras monumentales de estas culturas, entonces si es un orgullo que una cabeza colosal esté al mismo nivel que los egipcios y que los griegos”, detalló. 

El traslado de la cabeza colosal se realiza con los más estrictos protocolos de seguridad y conservación, un comisario del MAX acompaña la pieza, asegurando que cada etapa del viaje cumpla con los estándares internacionales de manejo de patrimonio cultural. 

A la par, se implementó una rigurosa cadena de custodia resguardada por personal militar, tanto de México como de los Emiratos Árabes Unidos, para garantizar la integridad del vestigio desde su salida de Xalapa hasta su llegada a Abu Dhabi.

En San Lorenzo se encontraron varias piezas de la cultura Olmeca, entre ellas, diez cabezas colosales; sin embargo, solo una, la número diez; “Tiburcio”, se quedó en el municipio, misma que es exhibida en el museo de sitio.

Desde hace varios años, ciudadanos de Texistepec han pedido al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que devuelva las piezas que envió a museos de Xalapa y la Ciudad de México, asegurando que solo han saqueado el lugar, ya que, pese a la importancia por los hallazgos, no se han destindao recursos económicos para continuar con las exploraciones arqueológicas.