El mundo de los juegos de azar lleva acompañándonos desde los orígenes mismos del ser humano. No en vano, el ocio y el entretenimiento siempre ha sido un elemento indisociable de nuestra propia especie. Y en esta ocasión nos vamos a centrar en La Ruleta. Uno de los juegos de azar más destacados del panorama moderno, pero con una dilatada historia a sus espaldas.

La Ruleta: un poco de historia

A estas alturas La Ruleta (Roulette) se ha convertido en una habitual de los casinos. Tanto físicos como online. Y ello puede llevarnos a pensar que nos encontramos ante un juego de azar bastante moderno. Nada más lejos de la realidad. Y es que aunque el juego fue comercializado por los hermanos Blanco en 1843 (ellos añadieron el 0), sus verdaderos orígenes se remontan ni más ni menos que al Siglo XVII. Más concretamente, fue el físico y matemático galo Blas Pascal el encargado de inventar la ruleta allá por el año 1655. Eso sí, más que con fines comerciales, buscaba un artefacto con el que lograr el movimiento perpetuo. Utilizando para ello como modelo la famosa Rueda de la Fortuna.

Magia, misticismo y ciencia 

La Ruleta es uno de los pocos juegos de azar que es capaz de aunar en su propia acepción conceptos tan antagonistas como la magia, el misticismo o la ciencia. Y es que, por un lado os comentábamos que, con su invención, Pascal pretendía emular el movimiento continuo. Algo para lo que volcó todos sus conocimientos matemáticos.

Y ello ha desembocado en el desarrollo de múltiples estrategias, basadas en las matemáticas y la ciencia, con las que ganar con mayor facilidad. Por otro lado, abordamos su vertiente más mística. Y es que La Ruleta de Pascal contaba con 36 números. Y precisamente dicho número se asocia habitualmente a la magia.

Además, la suma de todos ellos da como resultado 666. Lo que es conocido por muchos como el número del diablo.

Un diseño de lo más práctico

Los materiales, diseño y colores de que se compone La Ruleta han ido modificándose para adaptarse a los tiempos. No obstante, conviene destacar algunos datos realmente curiosos. En primer lugar, el color principal de dicho juego siempre ha sido el verde.

No obstante, los motivos de ello no atienden a ninguna teoría conspiranoica. Simplemente se trataba del color más duradero y uno de los que menos cansan a nuestra vista. Recordemos que inicialmente su diseño era a mano. Aunque si que es cierto que, tradicionalmente, el verde era asociado a la nobleza y las grandes fortunas.

En lo que respecta a la bola, en un principio se elaboraba con marfil. Material extraído de animales como los elefantes, hipopótamos o morsas. Por mencionar algunos de los más destacados. Afortunadamente dicha práctica se encuentra terminantemente prohibida. Siendo fabricadas en materiales como la cerámica o incluso el plástico. ¿Sorprendidos? Resulta curioso observar como un juego con menos de 200 años, a efectos de ocio y entretenimiento, puede arrastrar tras de sí semejante ristra de detalles y fascinantes curiosidades. Y ya os adelantamos que en este texto solo hemos rascado sobre la superficie.