Veracruz, Ver.— Tuti, una perrita pomerania de siete meses de edad, murió después de que su dueña la llevara a bañar a la clínica veterinaria Dos Riveras, ubicada en la zona de la Riviera Veracruzana.

Erani Garcia, propietaria de la perrita, explicó que su mascota era aún una cachorra y solo acudiría a una cita de baño a las 10 de la mañana.

“A las 12: 45 me habla el dueño para decirme que Tuti había pasado por un infarto y después que la habían tratado de revivir y, en el segundo infarto, que ella vomita y muere, cosa que fue totalmente mentira porque la primera vez me dijeron que había vomitado croquetas y un pedazo de tela”, dijo.

Erani señaló que en menos de cinco minutos llegó a la clínica para ver lo que había pasado con Tuti, sin embargo, se encontró con algunas irregularidades.

“Cuando yo abro la puerta para ver a Tuti, mi perrita, estaba en una plancha llena de sangre, nunca me imaginé verla así, nunca me imaginé verla llena de sangre.

No había ninguna croqueta en ningún vómito porque no vomitó nada más que pura sangre, el pedazo de tela nunca me lo quisieron enseñar, que porque para mí iba a ser muy fuerte. Lo exigí, nunca apareció el pedazo de tela”, explicó.

Afirmó que el propietario de la clínica le dijo una y otra vez que trató de un infarto. Erani no creyó que eso fuera posible, pues, dijo, que Tuti estaba sana.

Erani expresó no estar conforme con la explicación de la clínica veterinaria y considera que se trató de una negligencia. Además, denunció que no le permitieron ver las cámaras de seguridad.

“Eso fue lo que desató muchísimo mi enojo. Cuando yo le pido ver las cámaras me dijo que tiene un sistema muy obsoleto, que por favor regresara más tarde para que el se comunicara con una persona de las cámaras.

Le dije que no se preocupara por eso que yo tengo un equipo de cámaras de seguridad que en ese momento yo se lo podía mandar y nada más me diera permiso de ingresar a su clínica, me dijo que por favor que me aguantara tantito y que él lo iba a resolver”, mencionó.

Erani se retiró y regresó acompañada de su madre a las 4 de la tarde, pero comentó que encontró las cámaras de seguridad alteradas.

“Cuando yo entro se ve la imagen de Tuti en un lavadero y el joven que la iba a bañar se voltea como a dos metros, no sé qué iba a agarrar o que y en ese momento se corta la imagen y se vuelve a establecer.

En ese momento ya Tuti no estaba en el lavadero y había tres personas ahí hablando, una doctora, el joven que la iba a bañar y otra persona que desconozco quién sea, es increíble que la cámara se haya cortado en el momento que Tuti iba a recibir su baño”, dijo.

La propietaria de Tuti indicó que solo quiere que le digan la verdad de lo que ocurrió con su cachorra, “somos humanos y puede haber accidentes, pero que te quieran ver la cara, eso no está bien”.

El pasado sábado 6 de enero ella subió todo el material con el que contaba para hacer la denuncia a través de redes sociales, en donde el caso se viralizó.

Indicó que, hasta hoy, cinco personas le escribieron para informarle que sus mascotas pasaron por alguna situación irregular en esa clínica. Tres de esas mascotas sufrieron de un infarto y uno más murió atropellado luego de escaparse de la clínica.