Xalapa, Ver.- Una confesión que Hipólito N habría hecho a su suegra lo incrimina junto con Santos N y Valentín N como los responsables del feminicidio de María Angélica Landa “Angie”, xalapeña asesinada en el Cerro de Chignautla, Puebla, en 2020. El hecho fue declarado a la Policía Ministerial por su pariente, pero un juez desechó el testimonio.

El juez Fernando Martínez Espinoza dejó en libertad a Hipólito N y Valentín el 1 de febrero de 2023 “por falta de pruebas” y solo condenó a Santos N por los delitos de desaparición y homicidio doloso debido a que presuntamente no encontró elementos para catalogar el asesinato de Angie como un feminicidio.

“Suegrita, déjeme vivir en su casa porque tuve problemas con lo que pasó en el Cerro del Cristo, mientras pasa el desmadre, porque ya me está buscando la judicial, nosotros violamos a la dentista María Angélica Landa, primero fue el Águila Santos, después fue El Requi, luego Valentín El Balín, y pues luego a mí y el último fue el Gilberto, El Dientes”, fue la confesión que presuntamente Hipólito N hizo a su suegra.

La revelación consta en una declaración escrita que la mujer hizo en una entrevista con policías ministeriales de Puebla. La fiscalía de ese estado, que colinda con Veracruz, presentó el testimonio como la prueba principal para demostrar la culpabilidad de los tres hombres, sin embargo, el juez decidió desecharla.

“Después le pegamos en la cabeza varias veces con una pistola y El Santos el Águila, que sí los tenía bien puestos, entonces le clavé un cuchillo en su panza y el Santos El Águila me dijo ‘eres de huevos, así se hacen las cosas”, se lee en el resto de la declaración a la que e-consulta Veracruz tuvo acceso.

A María Angélica Landa García, de 31 años y originaria de Xalapa, Veracruz, la privaron de la libertad, la violaron y la asesinaron con extrema violencia. Su cuerpo estuvo desaparecido durante cinco meses, sin embargo, las autoridades judiciales no consideran que su asesinato sea un feminicidio.

SU FEMINICIDIO

Angie paseaba por el Cerro de Chignautla, Puebla, junto con su asistente dental, Patricia, su esposo Iván y los tres hijos del matrimonio, el 11 de enero de 2020, cuando un hombre con un tatuaje de corazón en el cuello, identificado como Santos N, les salió en el camino y presuntamente los amenazó con una pistola para robarles sus teléfonos celulares. Santos N habría sido ayudado por Valentín N e Hipólito N.

Patricia y sus tres hijos alcanzaron a huir y esconderse, pero a Iván le dispararon hasta matarlo y a Angie se la llevaron para mantenerla incomunicada, violarla, asesinarla y desaparecerla. Ese fue el testimonio de la suegra de Hipólito N, cuya declaración fue desechada el pasado 1 de febrero.

Los restos de Angie permanecieron cinco meses desaparecidos hasta que el 5 de junio de 2020 un leñador reportó a la fiscalía de Puebla el hallazgo de unos restos humanos en los alrededores del Cerro del Cristo de Chignautla.

El lugar donde fueron hallados siete huesos y el cráneo de Angie ya había sido caminado por binomios caninos expertos en búsqueda y cerca de 300 personas más que apoyaron a su familia desde el 11 de enero de 2020, cuando sus presuntos feminicidas la desaparecieron. Ellos pudieron oler, narran los familiares de la víctima.

“Ellos dicen (la fiscalía) que un leñador pasó por ahí y que encontró los restos, pero nos pareció extraño porque nosotros pasamos por ahí muchas veces, éramos muchas personas las que nos ayudaron a buscar y hasta perros llevamos, ellos pudieron oler”, narran los familiares de Angie.

INCONSISTENCIAS

Pese a que la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla y los abogados de la familia de Angie solicitaron la presencia de la suegra de Hipólito N en la sala de Juicios Orales del Centro de Justicia Penal en agosto de 2022, la mujer fue presentada con anticipación como testigo de la defensa de los tres hombres señalados como feminicidas de la joven xalapeña.

En el lugar, la mujer se negó a declarar y fue considera como una “testigo hostil” por la parte del juez Fernando Martínez Espinoza. Entonces, la familia de Angie solicitó un peritaje de firmas para que se aceptara su primera declaración firmada como prueba. El peritaje arrojó que el primer testimonio fue firmado por la suegra de Hipólito N.

“Nosotras estamos seguras de que la testigo fue amenazada para que no declarara en contra de ellos”, asegura Marisol. 

CAUSALES

El Código Penal del Estado de Puebla establece en su artículo 338 nueve causales para considerar un delito como feminicidio. En el caso de Angie, la defensa identificó tres de ellas, pero no fueron consideradas por las autoridades judiciales.

Las causales identificadas son:
 - Que el cuerpo de la víctima haya sufrido “violencia sexual, actos de necrofilia, tormentos o tratos crueles, inhumanos o degradantes”.
- Que la víctima haya sido “incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a la privación de la vida”.
- Que el cuerpo de la víctima “sea expuesto o exhibido en un lugar público”.

LA IMPUNIDAD Y FALLA EN LOS PROTOCOLOS

En 2019, se estableció un protocolo de investigación de delitos relacionados con desaparición de mujeres y la investigación de feminicidios, emitido por la Secretaria de Gobernación (SEGOB). El protocolo debía ser utilizado en todas las fiscalías del país.

Feministas y académicas como Ana Gamboa, integrante del Observatorio de Feminicidios de la Universidad Iberoamericana de Puebla, denuncian que las fiscalías estatales no garantizan el acceso a la justicia de las víctimas debido a que no aplican el protocolo, que determina que toda muerte violenta de una mujer debe ser investigada como feminicidio.

Las activistas señalan que el protocolo es “letra muerta” porque las fiscalías estatales se rehúsan a seguirlo y las investigaciones sobre los feminicidios distan mucho de cómo se debe actuar. En Veracruz, existe registro de casos similares al de Angie, en los que las autoridades judiciales no clasifican los delitos como feminicidios, pese a contar con pruebas para que se tipifiquen de esa manera.

El no catalogar los delitos como feminicidios le sirve al estado para disminuir su incidencia y bajar de los primeros lugares en feminicidios, consideró la catedrática y coordinadora del Observatorio Universitario de Violencia contra Mujeres (OUV Mujeres), Estela Casados González.

En Veracruz también existen casos en los que asesinatos de mujeres no son investigados como feminicidios, pese a que tienen causales relacionados con este delito. Tal es el caso de la nutrióloga Samara Arroyo, cuyo feminicida, William N, fue condenado en octubre de 2022 a 68 de prisión por homicidio doloso.

La familia de María Angélica Landa “Angie” exige que Santos N, el único condenado por la muerte de la joven xalapeña, sea juzgado por feminicidio. El próximo 14 de enero se realizará la audiencia final del juicio, en la que se le dictará el tiempo en prisión. Familiares de Angie convocaron a una manifestación a las afueras del Palacio de Justicia de Puebla.