Luis tiene VIH y en hospital Regional de Veracruz lo querían dejar morir
- Jazz Bustamante
Aquí no es albergue, no lo subiremos a piso, dijo la doctora que atendió a Luis A. un joven gay
diagnosticado con VIH en Veracruz puerto. Fue la mañana del 20 de septiembre de 2022, cuando un par de amigos lo llevaron al Hospital Regional de Alta Especialidad para internarlo, debido al estado de salud que presentaba, tras dialogar con algunos algunos amigos en común dentro de la clínica, en el área de urgencias deciden darle entrada.
Los amigos del joven regresan por la tarde para visitarlo, uno de ellos, Miguel llinas, acude a la camilla que le fue asignada a Luis y la doctora que lo atendía le dice que ya pasó la hora de visita, pero lo dejaría pasar porque el paciente tenía tuberculosis y VIH, que con sus síntomas le quedaba poco para morir.
Acto seguido, la doctora agrega: aquí no es albergue, no lo subiremos a piso porque necesitamos las camas para personas que sí puedan salvarse. Ustedes vean que hacen, llévenlo a su casa a morir, pero aquí no pude estar.
Miguel les dijo que Luis A. vivía solo, que su mamá había muerto y en su estado de salud deberían admitirlo. Le pusieron suero, dijeron que para estabilizar la desnutrición, pero ese mismo día le dieron de alta del Hospital Regional.
Luis A. fue diagnosticado con VIH en 2017, por un par de años llevó el tratamiento como es debido, pero la pandemia llegó agravar todo, dejaron de darle citas con su psicólogo en el CAPACITS, dejó de recibir su medicamento, su mamá murió, su familia se redujo a unos primos lejanos, tío y sus amigos gays que siempre están al pendiente de él. Estos factores influyeron para llevarlo a una fuerte depresión, perdió la audición de ambos oídos, perdió su trabajo.
Con la ayuda del activista mexicano Alain Pinzón y activistas de Veracruz, logramos que fuera trasladado en ambulancia al INER en la Ciudad de México, ya que en Veracruz puerto hicieron gala de su pésimo e inhumano servicio, decidimos actuar rápido y no dejarlo morir en su casa, por que merece vivir.
La atención en el INER fue muy profesional, humanista y siempre poniendo por delante el bienestar de Luis A., las semanas transcurrieron y fue evolucionando satisfactoriamente, hoy a 2 de diciembre el compañero sigue con vida y se está recuperando, fue adoptado temporalmente por su grupo de amigos liderado por Miguel Ángel Llinas, quien le cocina diariamente, le toma sus signos vitales, acude por sus medicamentos y está al pendiente de su salud.
Su grupo de amigos hemos tratado de contener los gastos pero cada vez son más, por ello comparto en la columna los datos de un número de cuenta de banco y contacto directo con Llinas Gonzales, quien está diariamente con Luis A.
Ayudemos con lo que se pueda para los gastos de Luis, un sobreviviente aun cuando la doctora del Hospital Regional de Veracruz lo envió a morir, él sigue resistiendo y aferrándose a la vida.
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