Zongolica, Ver.- La caída de la producción de café en esta zona, además de la aparición de nuevos acaparadores del grano y la falta de apoyo oficial para detener el avance de la roya, agrandaron las condiciones de pobreza extrema con la que terminan el año las familias cafetaleras de esta región, de hecho, se optará de mutar de producción, pero será para autoconsumo; seis de cada diez productores de café perdieron su cosecha.

De acuerdo con Ernesto Delgado Guerra, presidente del Consejo Regional Cafetalero de las Altas Montañas, advierte que las condiciones económicas de los productores del grano son paupérrimas y de entrada identifica a la caída de la producción como una de las principales causas de esta crisis que amaga con agravarse cada vez más.

En este sentido da a conocer que al menos un centenar de trabajadores del campo iniciarán el cultivo de maíz en por lo menos 80 hectáreas para asegurar su sobrevivencia alimentaria de ellos y sus familiares, “en este momento se integran los expedientes de cada productor para determinar qué cantidad de territorio sería destinado al cultivo de maíz, a reserva de que se verifique a través de la tecnología de la georeferenciación”.

Este cultivo, explica, “se convirtió en el único medio que las familias cafetaleras de la zona tienen para sobrevivir debido a la pérdida de la producción que dejó la plaga de la roya en esta zona y en diversas regiones del país”; para atender la producción, ahora de maíz, “ya se gestiona la liberación de la semilla y el fertilizante para que los trabajadores del campo siembren en la próxima temporada”

“Cada productor posee entre media hectárea a hectárea y media, lo que implicaría una siembra de aproximadamente 80 hectáreas de los 100 productores de café que se anotan en este programa emergente para la sobrevivencia alimentaria, esa es la única forma que se tiene en la sierra para más o menos subsistir en medio de una de las miserias más graves de las que se tenga conocimiento”

En la zona de la sierra, explica, “es la principal actividad económica que mueve a miles de familias y si no hay producción del grano entonces habrá un gran problema económico en esta zona cafetalera, por eso se busca atender la producción del grano en esa zona de la sierra”.

Pero el daño, dijo, “es elevado y se desprende especialmente de la tardanza con la que el gobierno del estado actuó para atender la emergencia de la plaga de la roya, pasó mucho tiempo y cuando empezamos a tener ayuda ya era muy tarde debido a que la plaga afectó a más del 80 por ciento de la producción de café en esta zona serrana”.

Esos datos, explica, significa que al menos seis de cada diez productores de café en esta zona, fueron afectados por la plaga y agravaron sus condiciones y en algunos casos, pasaron de la pobreza a la pobreza extrema, el problema ahora, reconoce, “es ver cómo sacarlos de esa condición debido a que el campo del estado está muy abandonado”.