Veracruz se está “calentando” con la grilla política, decía el malogrado Gobernador Duarte, que en cada casa de Veracruz había un Gobernador, porque todos opinaban y debatían sobre el arte de gobernar.

Y es que a tan sólo seis meses de la renovación de los más relevantes cargos de representación nacional y local, la efervescencia crece y crece; tan es así, que los mismos partidos políticos y sus “únicos” precandidatos a la Presidencia de la República ya han visitado tierras jarochas.

Lo que se percibe, analiza y sobre entiende del clima electoral veracruzano, es lo siguiente:

1. La sociedad está hastiada y cansada del tema político - electoral, generándose una opinión muy negativa hacia los partidos políticos con excepción de Morena.
2. No hay eventos multitudinarios como en antaño era la costumbre del oficialismo PRI en el Estado, si bien el destape de Pepe Yunes le vino a inyectar vitalidad a su instituto político, paralelamente a Meade es muy pronto para medir ese impacto de su subida a contienda.
3. La monarquía Yunes que se pretende mantener en el poder, tiene como únicos argumentos, el gran costo que tuvo la alternancia política para dejarla ir y una experiencia de gobierno municipal en Boca del Río.
4. La permanente presencia de AMLO en el Estado cada 5 y 6 meses en cada poblado, parque o kiosko de comunidad ha fortalecido su figura como la de ningún otro actor político (ídem a nivel nacional) y sorprendentemente el acarreo apenas se ha estructurado en Morena gracias al acceso al erario en bancada local y ayuntamientos.
5. El Frente tutti frutti por su origen antagónico y el reparto de las candidaturas ha perdido los reflectores y fuerza que mantuvo durante su formación y negociación nacional de sus cúpulas.

Así, se vislumbra un voto anti sistema, que favorecerá en la Presidencia de la República, con el riesgo de que se arrastre a nivel local provocado por la furia social producto de la inseguridad, el desempleo, los altos precios del gas, gasolina, productos básicos; que se fortalece con la inflación que las autoridades hacendarias no han podido contener, por lo que Morena podría ser el gran beneficiario del descontento casi unánime que existe.

Resulta verdaderamente asombroso que el Partido fundado apenas tres años y medio, (9 julio de 2014) haya logrado tan sendas victorias a nivel federal y local el año antepasado y pasado y se perfile como categórico líder en todas las encuestas electorales.

Naturalmente, Cuitláhuac García es un embrión de AMLO, depende de él absolutamente para todo, así será con Rocío Nahle, siendo Ricardo Ahued el único que si suma votos más centrados a la causa López Obradorista.

La algarabía ha comenzado en giras por todo el Estado, entre los aspirantes únicos con la “pantalla” de los procesos internos, que son una falacia, porque no compiten con nadie. Es un perfecto antecedente de precampaña para medir sus popularidades.

Mención aparte, tendrán la chiquillada que se sumó a las tres coaliciones electorales, el PT que traicionó al sistema que lo salvó en la elección intermedia de Aguascalientes; Encuentro Social que abandona sus principios categóricos ideológicos; Movimiento Ciudadano que ante la negativa persistente de AMLO buscó el Frente Ciudadano; Nueva Alianza que sigue su alianza oficialista, aunque en Veracruz van separados del PRI y el Verde que busca sobrevivir con los hombres del Fidelato, ya se verá su aportación a la causa en cada caso.

Pilón

Dos perfiles de gobernadores antagónicos en el mismo partido, como que está eso de moda; Javier Corral en Chihuahua escupe hacia arriba con la mediática campaña en contra del Gobierno Federal y Manlio Fabio Beltrones, por otro lado, Miguel Ángel Yunes Linares, no sólo no respalda a su correligionario sino que sale en franca defensa del gobierno de Peña Nieto, intereses son intereses, y al Gobernador Yunes, le interesa mantener el feudo jarocho con las complacencias que ha tenido desde 2016 por el Presidente Peña.

@gonzaloflorcast