¿De qué corral eres?

  • Gonzalo Flores Castellanos

En la política práctica, forjarse un camino es difícil mediante la meritocracia, prevalece el padrinazgo y las amistades para en la mayoría de los casos ocupar un puesto en el servicio público; por supuesto que existen ejemplos de excepciones que dejan buen sabor de boca, pero la constante es esta; dime a que grupo perteneces y te diré quién eres…

Diez días bastaron después del Consejo Político Nacional donde se le brindó el calor y respaldo de la militancia priísta al Presidente Peña, para que la decisión de quién sería el nuevo inquilino del viejo edificio de Insurgentes Norte fuera tomada. A través de las plumas editoriales se soltaron varios nombres, César Duarte (un simple espejismo); Enrique Martínez (más ilusión personal que real contendiente), Manlio Fabio Beltrones quién se adelantó a declarar públicamente esa aspiración y que justo culminaba su labor en la LXII Legislatura y Aurelio Nuño, quién su único mérito era la confianza del Presidente y su labor de acuerdos dentro del Pacto por México, y que al final muchos líderes de opinión manejaron con insistencia su nombre. 

La estrategia de esta administración federal hasta los errores de Iguala, la Casa Blanca, Malinalco, OHL, Las Lomas y La fuga de Joaquín Guzmán; había sido una planeación con guiones muy bien detallados y aplicados perfectamente; desde la toma de posesión, el Pacto por México, la aprobación de las reformas estructurales, el manejo con los sindicatos, la crisis del IPN, la disminución de la tasa de homicidios en relación con el sexenio pasado; todo esto gracias a un equipo compacto del Altiplano, con personajes del grupo Atlacomulco, Estado de México pero también del estado de Hidalgo, es más, mucho se recuerda la ausencia de personajes en el gabinete legal o ampliado de territorios importantes de la república electoralmente hablando.

Una excepción fue resultado de acuerdos inter sexenales como José Antonio Meade, otrora Secretario de Hacienda al final del Calderonato fue ungido Canciller, y ha tenido uno de los papeles más sobresalientes en el gobierno federal.

Así que el Jefe de la Oficina de la Presidencia apuntaba a tener el visto bueno del Jefe político del partido, máxime con el contenido del discurso en el Consejo Político donde se hacía un llamado a buscar el voto de los jóvenes que decidirán la elección de 2018, renovando al PRI.

Pero la razón, la experiencia y la lealtad se impusieron, Manlio Fabio Beltrones Rivera, el ex gobernador de Sonora, el amigo y coterráneo de Luis Donaldo, el priísta de las relaciones con el poder de la docena panista, y quién con la CNOP fue el último en reconocer la aspiración de Peña Nieto, hoy se le retorna la cordialidad para que sea el líder nacional de su partido. Es la tercera ocasión, la primera vez que se le sugirió fue después del asesinato de Luis Donaldo, la segunda ante la derrota de Roberto Madrazo de 2006 y ahora en con un PRI en el poder a quitar la “sana distancia” con polémica.

En Veracruz, hasta retornó un par de horas para aceptar la invitación de Javier Duarte a comer con el senador Héctor Yunes, un acercamiento después de la enemistad creada precisamente ante la animadversión de Duarte para con Héctor y también con eventos bochornosos en la Cámara de Diputados en esta Legislatura, Manlio no estaba bien con Javier Duarte, hasta ahora.

Con la seguridad de haber recuperado Sonora con la senadora Claudia Pavlovich, después de haber perdido Baja California con Fernando Castro, los candidatos de Manlio y sin “colaboración” del gobierno federal, un capital político construido a través de los años con actores políticos de la oposición, con medios de comunicación y sectores sociales; Manlio se perfila a encarar la prueba de fuego de las elecciones de 2016.

El señor del “Bronx” como lo bautizó el diputado con licencia Ricardo Monreal, era en realidad el amo y señor de la Cámara de Diputados, sin subir a la tribuna, todo lo pactaba en la Junta de Coordinación Política y sólo siendo Presidente de esta, el último año. El coordinador tenía poder, veremos si César Camacho tiene la misma inteligencia y trato para conducir los trabajos del partido oficialista en la Cámara Baja.

Políticos de corrales distintos, pero al fin y al cabo no hay muchos corrales; entre todos se conocen y se conocen bien, esa es la clase política mexicana.

Pilón

Pues que el gobernador Javier Duarte, después de un break veraniego, por fin dio la cara para atender el asunto espinoso del multi homicidio de la Colonia Narvarte donde Rubén Espinosa y Nadia Vera perdieran la vida salvajemente. Firmeza en sus declaraciones, aclaraciones de la reunión con periodistas en Poza Rica, respuesta a las 9 preguntas que publicó el Universal de Ciro Gómez Leyva e inmediato enlace a su programa de radio. Mero control de daños, a ver qué nueva nos presenta el Gobierno del Distrito Federal, contundencia es lo que se requiere; no como el mal manejo que la flamante Fiscalía Estatal ha realizado con más dudas que respuestas a la agresión a estudiantes universitarios en Xalapa. Nadie sabe, nadie supo.

@gonzaloflorcast