Capturan a Duarte, ¿y luego?

  • Eduardo Barrios
Para bien o para mal, al escenario político-electoral le convino atrapar en este momento a Duarte.

Como era de esperarse, el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares salió a regodearse por la captura de Javier Duarte de Ochoa y no era para menos, pues según precisó: “dediqué 13 años de mi vida” a lograr tal cometido.

Esto lo dijo desde el centro de convenciones en Boca del Río, Veracruz, a través de un comunicado que leyó por espacio de 7 minutos y medio en donde afirmó en cuatro ocasiones sentirse “muy orgulloso”.

Yunes Linares recordó que denunció en todo momento “el atraco” a las arcas públicas de Veracruz.

Los secretarios quienes al parecer son mudos o quizá apegados u obedientes a la política centralista del manejo de la comunicación (que dicho sea de paso les ha quitado autoridad y ha desgastado la imagen de algunos secretarios del gabinete estatal como el caso del cuestionado Jorge Winckler), se limitaron a flanquear al mandatario.

Desde un austero escenario (menos mal) montado para la conferencia de prensa, Yunes Linares reclamó como no queriendo la cosa, las críticas que se le hicieron ante el incumplimiento –en aquel momento- de su promesa de atrapar a Duarte de Ochoa.

“(…) todos los días escuchaba en las calles y leía en los medios el justificado reclamo de detener a Duarte, me lo exigían airadamente, hoy puedo decir con orgullo, Javier Duarte ya está en prisión, lo logramos, se hará justicia”, sostuvo el mandatario.

Es un buen síntoma que sienta la presión de los veracruzanos y sobre todo que se mantenga respetuoso de la libertad de expresión y manifestación de las ideas que se protege constitucionalmente. Sería inaudito formar parte de la estrategia de comunicación de sus secretarios, quienes al parecer no entienden que no comunicar también comunica.

Hay que recordarle a la administración de Yunes Linares que eso de la justicia está por verse, porque como sabe, estimado lector, estamos en tiempos electorales, habrá que estar pendientes del asunto a ver si lo que queda de instituciones nacionales logran en efecto, hacer justicia.

Lo que de antemano sabemos es que para bien o para mal, al escenario político-electoral le convino atrapar en este momento a Duarte de Ochoa y ahora dos bandos se disputan el logro.

Nos quedó claro que a la administración estatal le parece que fue su victoria, pues el gobernador fue enfático: “Lo denuncié y está en prisión, cumplí mi palabra”, aunque, como le digo, lo de la prisión todavía no es seguro.

Con toda certeza Yunes Linares comparte con los veracruzanos el sentimiento de satisfacción, que él llamó orgullo por la captura de Duarte y es seguro que miles de familias afectadas por el famoso “duartazgo”, esperan que en verdad se haga justicia, aunque sea por revancha política o por estrategia electoral, pero que se haga.

Nos quedó claro que “no habrá perdón, no termina aquí la historia” en palabras del mandatario veracruzano.

Creo que nos quedamos a la espera de la noticia que “cimbraría” al país, y llama la atención, en ese contexto, las palabras que el gobernador dedicó al gobierno de Peña Nieto:

“(…) nunca vi el menor asomo de complicidad o algún intento de encubrirlo”

Lo que sigue…

Ahora le cuento que la administración Yunes ha asumido un nuevo compromiso y es que durante la conferencia de prensa, el gobernador sostuvo que estará pendiente de “que los veracruzanos podamos recuperar lo que nos robaron” y que “Javier Duarte sea ejemplarmente sancionado”.

Sea o no (según la oposición priísta, no) victoria de Yunes Linares, la detención de Javier Duarte es un acto que levanta por mucho el ánimo de los veracruzanos y sobre todo inaugura una nueva promesa de justicia para miles de familias afectadas.

Basta recordar las palabras de una madre que exigió justicia a Duarte de Ochoa por la desaparición de su hija:

(…) ríase, que no le toque a su familia, porque el día que le toque en este pueblo mágico, va a ver lo que se siente sufrir no ver a su hija desde hace tres años con dos meses señor, lo felicito por su pueblo mágico”, gritaba Araceli Salcedo, madre de la desaparecida Fernanda Rubí Salcedo Jiménez a lo que el ex mandatario contestó con risa en boca “gracias” mientras ignoraba a la mujer.

Duarte de Ocha fue capturado el pasado 15 de abril en un hotel en la Rivera de Atitlán, municipio de Panajachel, Departamento de Sololá, Guatemala en un operativo conjunto entre autoridades guatemaltecas y mexicanas.

Así las cosas, usted qué piensa, lo invito a que me deje sus comentarios en mi cuenta de Twitter @EduardoBarrios_, por allá hablamos de todo en digital.