Anuencia para robar, ¿ustedes qué hubieran hecho?

  • Eduardo Barrios
El rumor como forma de comunicación. El terror como forma de control. La complejidad del escenario.

Se vivió terror en Veracruz y con ello se generó un desquiciamiento que agitó a la sociedad y puso de manifiesto una incapacidad social para procesar información y distinguir entre lo que es información falsa y aquella que circula a través de lo que profesionalmente se informa o que se encuentra dotado por los mínimos elementos para su verificación.

Pero no solo pudimos mirar a una sociedad desquiciada en medio de saqueos y supuestos robos a casas, vimos también el rumor como forma de comunicación y la descomposición social cabalgante, personas de todas las latitudes y condiciones económicas se sumaban a los actos de rapiña.

Ante todo el escenario de psicosis generada en esto que volvimos a llamar jueves negro, me quedan muchas preguntas, que a continuación le invito a reflexionar conmigo a partir de algunos cuestionamientos que hice a saqueadores y elementos de las fuerzas del orden.

En años recientes hemos visto que Veracruz no se caracteriza precisamente por su capacidad de organización y mucho menos por el involucramiento de los diversos sectores sociales en los temas políticos del momento.

Cabe entonces la pregunta, ¿cómo logró un pueblo con prácticamente nula organización para temas de protesta y con un grado avanzado de ausencia de cultura política y participación ciudadana, orquestar, organizados y de forma simultánea, tantos saqueos?

Los análisis de redes sociales apuntan a que existen miles de cuentas que utilizaron un mismo mensaje que se reprodujo y compartió exponencialmente en relación a la cantidad de seguidores que sostienen dichas cuentas.

Aunado a este terror digital ocasionado no solo a través de redes sociales sino también de servicios de mensajería instantánea como WhatsApp, queda la reproducción completa de dichos mensajes con una insultante inocencia que logró desatar el pánico entre los veracruzanos y mexicanos aquellos días de psicosis.

A la pregunta puntual que le hice a elementos de la Marina que acordonaron algunos centros comerciales y supermercados en donde tuve oportunidad de documentar lo sucedido, hubo una respuesta igual, puntual y contundente que nos debe dar pistas de lo ocurrido aquellos días.

Pregunté: ¿En qué momento van a controlar la situación?, ¿detendrán a estas personas? (el saqueo estaba en su punto cumbre), la respuesta: "Tenemos orden de no detener a nadie, solo venimos a resguardar el lugar", replicó un miembro de la Marina.

Por otro lado le preguntaba a unas personas que se encontraban grabando los saqueos y que acompañaban a familiares y amigos: ¿cómo se organizó todo esto?, "pues pagaron, ¿a quién le dan pan pa´ que llore?, éntrale", me invitaba a robar como respuesta una mujer robusta de alrededor de 30 años.

Usted podrá decir ante estos argumentos presentados que, en primer lugar, si hubo organización de los veracruzanos vía redes sociales, yo le preguntaré que, ¿cómo podemos estar tan seguros de la organización fue genuina?

Usted me contestará que los mensajes están en redes, yo le diré que eso no descarta otras posibilidades, por ejemplo, quizá como han sostenido académicos de la Universidad Veracruzana, esto se trate de una estrategia gubernamental.

Quizá me dirá, para el caso de los elementos de la Marina, era imposible que pudieran hacer algo porque eran demasiados, yo les diré que no, tuvieron mucho tiempo para resguardar, pero no tenían la orden, incluso, con el más grande descaro, los oportunistas se acercaban a pedir anuencia para robar.

Si unimos ausencia de cultura cívica, política, organizativa, incapacidad para gestionar adecuadamente Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), ausencia de protesta social reciente y masiva en el Puerto de Veracruz y lo confrontamos con un creciente y pronunciado descontento social y la necesidad de protestar ante el incremento de gasolinas, gas LP, luz, pan, tortillas, amenazas externas, un gobernador que regala vales por quinientos pesos como si en verdad no existiera otro método para controlar la situación, elecciónes permanentes, gobiernos de oposición que han ganado terreno al PRI, Donald Trump amenazando la economía nacional, entonces, tenemos un escenario complejo y un caldo de cultivo para el terror.

Las hipótesis son varias, entre ellas la que sugiere una polarización social para inhibir las protestas sociales utilizando el rumor y el miedo. ¿Descabellado?, no lo creo. ¿Posible?, totalmente.

¿Ya se le olvidó Duarte?, ¿se acuerda usted que el tema era el gasolizano y no los saqueos?, ¿recuerda las empresas fantasma?, ¿qué pasó con los ex gobernadores acusados de corrupción?, ¿se le olvidó OHL y la corrupción?, ¿qué pasó con los 43 normalistas?, ¿qué hay de la casa blanca?, ¿está preparado para los aumentos que vienen para febrero?.

Le doy algunos datos para ir cerrando, resulta que en Veracruz más de 20 establecimientos están decidiendo si continuarán en operaciones o definitivamente cerrarán, algunos ya anunciaron su cierre y con ello el despido masivo de su plantilla laboral. Cientos de familias en el desamparo. La división social se consuma.

Datos del desastre de la federación

Ante el escenario complejo del país, Enrique Peña Nieto se ha limitado a celebrar el inicio de un nuevo año, anunciar que no dará marcha atrás en los aumentos al combustible y pedir unión al tiempo que anunció una serie de medidas económicas insuficientes, según varios expertos, para enfrentar la crisis que se fragua en el país.

La Confederación Patronal de la República mexicana (COPARMEX) anunció en un escueto comunicado que de plano no apoya el plan de Peña Nieto, básicamente por cuatro motivos: 1) un consenso no se puede construir en tres días, 2) la situación económica y social requiere de la participación de todos los sectores de la sociedad, 3) el acuerdo debe derivarse de un amplio consenso social y 4) los acuerdos no deben darse en función de una estrategia de comunicación o imagen pública.

No conformes con que le tacharon la tarea a Peña, la gente de COPARMEX acusó a su gobierno de despilfarrar el dinero en gastos personales. De esta manera informó que el Gobierno federal gasta 26 por ciento del gasto programable (2 billones 902 mil 262 millones de pesos) en servicios personales que incluye los sueldos de los burócratas, contra un 18 punto 7 por ciento en inversión pública.

Ante el discurso incendiario del presidente Enrique Peña Nieto, le apunto:

Sea serio y responda, usted ¿qué hubiera hecho? El presidente requiere una respuesta, la invitación está en el aire.

Así el escenario político y social, así las cosas en México. Lo invito a que me deje sus comentarios en mi cuenta de Twitter @EduardoBarrios_, por allá hablamos de todo en digital.