Juniors legislativos

  • Eduardo Barrios
Los nuevos diputados no tienen idea de qué significa legislar.

No ha cambiado nada en Veracruz, el pasado cuatro de noviembre tomaron posesión los cincuenta nuevos diputados de la LXIV legislatura quienes confirman en un cincuenta por ciento, un mal panorama para la entidad, el otro cincuenta estamos por verlo a través de su gestión.

Resulta que en un  80 por ciento, los nuevos diputados no tienen idea de qué significa legislar, mucho menos cómo se elaboran leyes.

No es una realidad tan ajena a los diputados que concluyeron su periodo en el Congreso local, pero sin duda aquí, la situación es más crítica, porque los nuevos diputados (muchos de ellos), no tienen idea de los retos a los que se enfrentan.

Inmortal la imagen de “Mariely” rindiendo protesta como “diputada de México”, nada que ver con el protocolo y el discurso que enmarcaba el acto solemne.

Esta legislatura debería llamarse de los herederos, porque resulta que varios políticos  de la vieja guardia, con larga carrera, decidieron introducir al mundo político a sus hijos.

Tenemos varios casos, pero uno de los que más llaman la atención es Juan Nicolás Callejas Roldán, hijo de quien fuera el presidente de la Junta de Coordinación Política en el Congreso pasado, es maestro y fue líder sindical de la SNTE.

También se encuentra el caso de Maria Elisa Manterola Sainz del PAN-PRD, hija del priísta Pedro Manterola Rojas, a quien han señalado como cacique de Martínez de la Torre, su familia es dueña de MS Radio en aquel municipio. Desde luego hay más, estos son apenas unos ejemplos.

Le comento, la ley no les prohíbe a los diputados con menor instrucción académica o sin ella, ejercer el cargo, pero qué podemos decir de los que sí tienen dicha formación, resultan ser peores.

El dato es que de los 50 diputados, solamente 30 cuentan con instrucción académica superior, los demás recurrirán a los asesores para que legislen por ellos, porque hacer leyes, no es los suyo en sí.

De los cincuenta solamente 6 tienen carrera afín al derecho y conocen el proceso legislativo, 20 de ellos no cuentan con instrucción académica.

Tendrán que desembolsar miles de pesos en asesores para que les ayuden a crear las leyes necesarias para mejorar las condiciones del estado, así que, los nuevos diputados, tanto como legislar, pues no, en todo caso lo harán los especialistas, que seguro, serán igualmente quienes les escriban los discursos.

Esperemos que por lo menos tengan la decencia de leer bien, no vaya a ser que, como la pasada legislatura, de repente la sexagésima cuarta legislatura, se convierta en la “sexigéxima” cuarta.

En un país tan convulsionado y con un estado hecho ruinas, lo que menos necesitan los veracruzanos son improvisados jugando a hacer leyes pero que, eso sí, cobran como si fueran reyes o faraones, otros tantos se inventan títulos académicos para justificar su pago.

Se puede decir que el nuevo congreso está plagado de “juniors legislativos”, que entendemos como los hijos de padres políticos o con algún puesto público, que a toda costa, han decidido introducir a sus “peques” al mundo de la política, claro, a la política a la veracruzana, en donde y hasta ahora, todo queda entre familia y cuates.

En pocas palabras, el Congreso veracruzano promete mucha improvisación y poco trabajo legislativo real y serio.

Bits de información

Callado y prudente anduvo el diputado plurinominal del PVEM Gerardo Buganza, un duartista que aseguró su fuero, responsable de varias obras inconclusas en la entidad como el túnel sumergido de Coatzacoalcos entre tantos atropellos y casos de impunidad.

Nadie le reclamó, nadie lo increpó, no lo repudiaron, ni sus más “voraces” críticos, es decir los del PAN-PRD, ellos también anduvieron calladitos.

Como siempre le digo, déjeme sus comentarios aquí o a través de mi cuenta de Twitter @EduardoBarrios_, por allá hablamos de todo en digital.