¿Por qué soy maestro?

  • Luis Gerardo Martínez García

Tuvimos la oportunidad de intercambiar algunos textos con maestros que se dieron a la tarea de contestar a la pregunta ¿Por qué soy maestro? Interesante resultó leer las distintas aristas desde dónde se ven a sí mismos y leen sus realidades.

René Sánchez García, ex subdirector de la Escuela Secundaria y de Bachilleres Experimental (ESBE) y columnistas en varios medios de comunicación escribió: “Tal vez fue por imitación, pero estoy seguro que deseaba ser parte también de esa aventura que no tiene principio ni final. En el aula era para mí un placer ser parte, no tanto de la historia, pero sí de la vida de los niños y niñas que deseaban comprender el mundo. Hasta la fecha nadie me ha dicho si fuí o no buen Maestro, creo que eso no es importante, lo cierto es que sé que viviré tranquilo y feliz por haber cumplido con esa magnífica tarea”. Ya en su ambiente de maestro jubilado, René nos permite ver hacia atrás y repensar eso que a muchos los llevó a tomar la decisión: la imitación como una posibilidad.

Por su parte, Delfino Teutli Colorado, miembro de la Academia Mexicana de la Educación contestó: “Soy maestro porque sé que la docencia es una profesión con profundo sentido social y humano, que no se limita a instruir o a transmitir contenidos de aprendizaje, sino a formar seres humanos en toda la extensión de la palabra forjando rostro y corazón…” Enfoca su discurso a esos matices social y humano que a veces olvidamos intencionalmente o no. Cuestiona, si, con su particular estilo esa escuela que se limita a la instrucción o transmisión de contenidos de aprendizaje.

La maestra y activista, Denise Betzabeth Díaz Alejandre hace énfasis en reconocer (no felicitar), “Para mis amigos y amigas no puedo felicitarlos en este día...sólo puedo reconocerles su trabajo por construir una patria más justa y sobre todo una sociedad libertaria...para ustedes maestras y maestros constructores de utopías...les recuerdo que nuestra profesión nos permite revolucionar conciencias. Caminantes no hay camino se hace camino al educar”. En tanto que el maestro Lamberto  Maldonado Olivares, pedagogo egresado de la Universidad Veracruzana dice “Soy maestro porque es la profesión que más me impactó como estudiante. La docencia es una labor de ejemplo, dedicación y perseverancia que nunca acaba, mi actuar  diario  incidirán en las futuras generaciones para bien o para mal”; él también tiene larga trayectoria como luchador social, a favor de las causas justas que le dictan sus convicciones y valores.

Sonia Edith Portugal Morales, también egresada de Pedagogía de la UV y maestra de Telesecundaria nos compartió  “Soy Maestra porque soy pedagoga. Me gusta hacer y transformar a mis alumnos en estudiantes, soy feliz en mi escuela... Mirar y percibir su inteligencia, su humanidad y sabiduría. Me esfuerzo por la  trascendencia, por la congruencia, por saber. Por eso soy Maestra”. Sonia refiere a dos categorías fundamentales en la labor docente, la felicidad y la escuela como dos entidades que coexisten en ese andar por la educación. En tanto Carlos Cabrera Hernández escribe en verso, como gran conocedor de los géneros literarios que es: “No soy maestro por saber más que el de enfrente/ lo soy porque más que enseñar, aprendo/ porque soy capaz de descubrir lo que no entiendo/ y porque puedo encontrar el mundo en una mente/ que me obliga a estudiar cuando pregunta/ y me ayuda para ser mejor docente…” nos hace tomar consciencia sobre esa tendencia que deambula por los planes de estudio: la competencia, y la cuestiona sutilmente. Incorpora un concepto que es parte de nuestro ser pero que poco a poco va diluyéndose en decremento del ser, el descubrimiento.

Otro maestro que participó en este diálogo entre pares es Rubén Ricaño, catedrático y conferencista. Él señala que es maestro “Porque para lograr una sociedad más culta, más justa y más sana es necesario formar conciencias y extender el conocimiento. Por eso el magisterio es una de las labores más trascendentales para la humanidad y su desarrollo”. Sus palabras nos invitan a la reflexión sobre el trascender que es algo característico del docente; nos hace ver que el punto nodal de la educación es la sociedad, como esa entidad diversa y en movimiento que construimos a cada instante.

Como maestros, estos amigos que participaron nos dejan la tarea de repensar una y otra vez ¿Por qué soy maestro? en una sociedad tan convulsa, tan desigual, tan amorfa. A todos nuestro agradecimiento y reconocimiento.