Gobierno Abierto no es lo mismo que Gobierno Electrónico

  • Eduardo Barrios

Son formas distintas de entender la gobernanza y los sistemas que hoy dirigen ciertos departamentos en al menos, dos de los tres niveles de gobierno, lo cierto es que hay diferencias absolutamente marcadas entre uno y otro concepto. Vamos a intentar explicarlos.

Esperar por un trámite es un suicidio en la actualidad. Probablemente usted es de los que ha imaginado un gobierno eficiente que ponga a disposición de los ciudadanos servicios, trámites y documentos en línea para evitarse traslados y tediosas esperas en oficinas gubernamentales.

Después de todo, no son agradables los maltratos de ciertos funcionarios públicos que denigran la imagen de las instituciones.

Hablar de Gobierno Electrónico implica remontarse a los esfuerzos gubernamentales desde finales del siglo XX, en dónde se comienzan a incorporar conceptos asociados a las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) desde el gobierno.

Los propósitos son crear administraciones eficientes, eficaces y transparentes, gobiernos que logren políticas públicas y programas gubernamentales con buenos resultados a partir de indicadores.

Para lograrlo, se propugna por ofrecer servicios en línea a los ciudadanos, así como trámites, contratación estatal de bienes, atención a quejas vía foros o chats privados a través de redes digitales.

Estas grandes necesidades, tanto del sector gubernamental como de la sociedad civil, han impulsado el trabajo permanente con las TIC debido a su enorme capacidad de difusión y penetración.

Así pues, el concepto tiene una construcción significativa en la prestación de servicios a partir de un nuevo paradigma que pone el foco en la eficacia y eficiencia vía tecnologías.

¿Cómo hacer que los ciudadanos se involucren en la creación de políticas públicas que mejoren su entorno de desarrollo?, ¿cuáles organizaciones deben de intervenir?, ¿cómo identificar las necesidades de diversos sectores de la sociedad?, ¿qué ideas son viables después de un consenso social para desarrollarse tecnológicamente?

El concepto sufrió un desplazamiento desde 2009 cuando diversos gobiernos nacionales y subnacionales, decidieron liberar a la sociedad, en formato accesible, datos de interés público cuyo uso por terceros podrían traer consigo procesos de innovación y creación de nuevos y modernos servicios a partir de su reutilización. Los datos abiertos.

Lo electrónico amplió su espectro conceptual originando un desplazamiento, pero bajo la misma doctrina: gobierno innovando para el ciudadano, la idea de gobierno por intuición comenzó su debacle.

Se pasó pues del gobierno administrando, al gobierno junto con la ciudadanía, colaborando.

Formas de legitimar, por un lado, al gobierno, por otro, la intervención del ciudadano, incentivando su participación en la generación de políticas públicas.

¿Por qué sucedió?, quizá los horizontes de respuesta naveguen sobre ciudadanos cada vez más informados, críticos y exigentes, a los que no les basta con mirar el espectáculo, quieren actuar en él.

Un incentivo para pasar del gobernado/administrado al ciudadano/creador/colaborador. Desde luego, que los procesos no son gratuitos, la idea del lucro está y es reconocida.

Entonces, hablar de Gobierno Abierto es pasar de la idea de servicios tecnológicos a gobiernos innovadores con una nueva tradición. Repensar la noción de administración.

Así pues, el nuevo concepto construido y visto desde la comunicación, asume la idea de transitar a la generación de canales de comunicación para el trabajo con sociedad civil en la co-creación de valor público a partir de las TIC.

Hay la necesidad de un gestor de la comunicación con un equipo de trabajo multidisciplinario, el perfil que exige el área tiene que ver con la vinculación y el trabajo colaborativo, ya sea para el desarrollo de aplicaciones o gestión del gobierno abierto, cual sea el caso, el perfil humanístico para su coordinación, aparece como única opción.

Dicen dos estudiosos del tema, Ramírez y Naser, que, en este desplazamiento conceptual, hay cambios fundamentales a distintos niveles, a saber: cultural, de proceso, organización y relación.

Resulta interesante ver que los gobiernos de varias ciudades mexicanas se han empeñado en entender las diferencias que trae consigo el concepto de gobierno electrónico y abierto. En Veracruz, se debe avanzar a marchas forzadas, el contexto lo exige.

El nuevo gobierno tiene dos opciones: entenderlo o entenderlo.

Nos leemos la próxima, como siempre, lo invito a que me deje sus comentarios en Twitter a mi cuenta @EduardoBarrios_ a través de DM o mención, allá hablamos #DeTodoEnDigital.