Veracruz. Seguridad pública sin evaluación, confianza ni educación

  • Itzel Osiris Lira Morado

En Veracruz casi la totalidad del personal destinado a las funciones de seguridad no realizaron la evaluación de control y confianza. En 2014 sumaron un total de 16,633 personas, lo cual representa 81.5% del total, en contraste únicamente 3,787 personas fueron evaluadas, pero de éstas casi el 30% resultó reprobado por lo que apenas 2,709 resultaron aprobadas. (El personal sujeto a evaluación incluye personal administrativo y operativo, y el perteneciente al primer y segundo nivel jerárquico). Con dicho resultado la entidad se ubicó en la posición 22o entre las 26 entidades que presentaron los peores resultados, lejos de Morelos y Coahuila, donde todos los evaluados aprobaron.

Así también se mantiene lejos de Aguascalientes y Puebla, donde prácticamente el 97% de los evaluados resultó apto.

Aunado a los terribles resultados anteriores se tienen varias observaciones respecto a las características que mantiene este tipo de personal en la entidad, veamos: Primero, en lo que se refiere a escolaridad 75% de este personal, es decir, 15,317 tienen únicamente la educación básica concluida, 8,000 cuentan con preparatoria, carrera técnica o comercial, mientras que únicamente 4,925 concluyeron una licenciatura, lo cual representa el 24.1% del total. Por lo que se refiere a posgrado (doctorado, maestría o especialidad), solamente 0.9% del personal realizó este tipo de estudios.

Por lo que se refiere a la capacitación del personal se tiene que 10,548 personas no cursaron, no concluyeron o no aprobaron cursos de capacitación en el Instituto de Formación, Capacitación y/o Profesionalización Policial u homólogo, durante 2014. Mientras que 9,872 si lo hicieron. Lo anterior implica que 51.7% del personal no tuvo o no aprobó sus cursos de capacitación.

Esta situación es lamentable para la seguridad pública en Veracruz, más si se considera que las dependencias dedicadas a la seguridad pública en Veracruz ocupan el 4o lugar entre las que más recursos públicos reciben para realizar sus funciones y que en 2014 alcanzaron un monto de 4,612 millones de pesos (mdp).

Lamentablemente la distribución de estos recursos no corresponde con los resultados ya que 49.8% del monto total fue destinado a servicios personales (gasto en salarios).

Por otra parte 20.6% se gastó en materiales y suministros, 8.9% en subsidios y transferencias, 7% se destina a servicios generales y 1.7% es para la adquisición de bienes muebles e inmuebles. El 12% se incluye en el resto de los capítulos. Y algo importante de mencionar es que en ese año no se destinó nada para lo que respecta a obra pública.

Concluyendo, urge realizar importantes cambios para que el personal de seguridad se someta a la evaluación de control y confianza pues ello es la base para garantizar un clima de paz social y que las fuerzas del orden cumplan su función de manera adecuada, pues la falta de esa evaluación permite que las fuerza pública se vea infiltrada por el crimen organizado, con las funestas consecuencias para la sociedad que ya conocemos, como entre muchos, el caso de Tierra Blanca.

Asimismo es necesario que el personal tenga un mayor nivel de educación que le permita realizar de manera más eficiente sus labores y que les permita poder aprobar y acceder a los cursos de capacitación que se brindan. Y desde luego, es preciso que se realice una mejor distribución del gasto que permita invertir en acciones que promuevan una mejor realización de las actividades de este personal.