Veracruz. La tragedia de la desocupación y el deterioro salarial

  • Itzel Osiris Lira Morado

Veracruz perdió un total 55 mil 024 puestos de ocupación durante el primer semestre de este año. Esto posiciona al estado en el último lugar a nivel nacional entre los estados con peor dinámica laboral. Muy lejos de los resultados obtenidos por estados como Jalisco donde se crearon 128,806 puestos de ocupación y de Guanajuato donde el aumento de esta variable fue de 83,876.

Al analizar la población ocupada de manera desagregada se tiene que el número de trabajadores no remunerados se redujo en 42,713 personas, lo cual no significa que estas personas ahora perciben un salario o son remuneradas, ya que el número de trabajadores asalariados también presentaron una disminución, en este caso  de 10,353, al igual que el personal que trabaja como empleado, que  se redujo en 6 mil 869.

Por otra parte, los trabajadores por cuenta propia presentaron un incremento poco significativo, al ser de tan solo 1,226. Por lo que se refiere al número de personas que cuentan con percepciones no salariales, es decir, aquellas que están sujetas a alguna comisión o que ganan las propinas que les da la gente, estas se incrementaron en 3,685 personas. De esta manera se tiene que mientras que en el estado se perdieron 59,734 trabajos en total, tan solo se crearon 4, 911, por lo que existen 55,024 personas sin ocupación  o en busca de algún puesto de trabajo que les permita obtener un ingreso o alguna prestación que les permita sobrevivir a ellos y a sus familias.

Asimismo, al analizar a la población ocupada por el nivel de ingresos que percibe, se tiene que en 2016 el número de empleados que perciben hasta un salario mínimo (73 pesos) se incrementó en 109,826 personas, mientras que las que reciben entre dos y tres 3 salarios, únicamente aumentaron en 4,348 trabajadores. Lo lamentable aquí es que el personal que percibe entre uno y dos salarios se redujo en 75,013 personas, al igual que aquellos que ganan entre tres y cinco salarios, que disminuyeron en 42,794 y también aquellos que perciben más de cinco salarios en 42,605 personas. Lo anterior implica que los trabajadores empeoraron su situación, ya que ahora son más los que ganan únicamente hasta un salario mínimo, lo que equivale prácticamente a 2,190 pesos mensuales, ubicándose por debajo de la línea de bienestar, es decir, no les alcanza para comprar la canasta alimentaria y cubrir los servicios básicos, lo cual tiene un valor de 2,668 pesos, en el ámbito rural.

En lo que respecta al acceso que tienen los trabajadores a las instituciones de salud, se encuentra que, el personal sin acceso a estas instituciones únicamente se incrementó en 11 trabajadores. Mientras que el personal con acceso a ellas disminuyó de manera considerable en 51, 566 personas. Esto puede tener varias causas: primero, la reducción que se tuvo en el personal sin acceso puede deberse a que estos fueron despedidos, ya que no pasaron a la categoría de personal con acceso. Segundo, la reducción en el personal con acceso puede deberse a que, si bien los trabajadores no fueron despedidos, probablemente estén trabajando sin ninguna clase de seguridad social para ellos y sus familiares, lo cual resulta grave ya que al suscitarse un evento de enfermedad, estos no podrán tener acceso gratuito a las  instituciones de salud y tendrán acceso que pagar la atención que se les brinde.

Finalmente, por lo que se refiere al personal ocupado por el tamaño del establecimiento, en Veracruz el número de empleados en micronegocios aumentó en 24,623, así también los de los pequeños establecimientos presentaron un incremento de únicamente 6,929 personas. Lo lamentable es que durante este primer semestre se dio una reducción importante de trabajadores en los grandes establecimientos, los cuales prescindieron de 48,700 empleados, mientras que los medianos establecimientos redujeron su personal en 1,905 personas.

Lo anterior ayuda a entender los resultados que se presentaron en materia de empleo en Veracruz, ya que al ser los empleados pertenecientes a micro y pequeños establecimientos, no tienen posibilidades de percibir mayores ingresos,  ni contar con acceso a las instituciones de salud, ni con las prestaciones que por ley les corresponden, debido a las características propias de dichas unidades como son: la baja inversión, que pertenecen a la economía informal y las pocas posibilidades que tienen de ampliarse.

Queda claro que la crisis económica por la que atraviesa Veracruz, que es cada día más grave, impide que se puedan generar más y mejores empleos. Por el contrario, miles de personas están perdiendo los trabajos que tenían y muchas otras están siendo empleadas en las peores condiciones, lo que implica percibir ingresos muy bajos y no tener prestaciones laborales.

Asimismo, las condiciones por las que atraviesa el estado están ocasionando que las grandes y medianas empresas cierren, disminuyan su personal o que se cambien a otro estado que resulte más propicio para los negocios.  Así también, aunque los micro y pequeños establecimientos están creciendo, estos no son capaces de impulsar el crecimiento de la economía, porque en realidad su proliferación es el reflejo del estancamiento económico.

Urge fomentar la inversión en el estado, generar las condiciones que permitan a las personas comercializar sus productos, crear nuevos y mejores empleos con salarios justos y que brinden las prestaciones a las que los trabajadores tienen derecho.