Incorporando una nueva cultura de la movilidad – Parte 1

  • Ciclovida Xalapa
Sobre los orígenes de nuestros actuales hábitos urbanos de movilidad.

Anahí Yopihua /

Para entender y proponer soluciones a un problema, es indispensable conocer la raíz de éste; en esta primera parte del texto, se hará un recuento muy básico de la problemática y reto que representa la movilidad urbana, vista desde sus orígenes.

Vivir en una ciudad, no siempre nos hace conscientes de los problemas generales que en ella se sufren, ni mucho menos de cómo abordar una solución viable; excepto en los casos en que nos vemos inmersos y afectados por alguna condición o circunstancia que nos genere conflicto. Es entonces cuando, pensando en nuestros intereses individuales, exigimos una solución inmediata a la situación urbana que nos agravia, sin dar gran importancia a que el resultado genere un beneficio colectivo y perdurable; pero esta mentalidad debe cambiar. Por eso, tratemos de conocer y comprender brevemente, una de las problemáticas más generalizadas en las urbes actualmente, el de la movilidad; porque parece que ya hemos leído o escuchado mucho sobre el congestionamiento vial y todos sus aspectos negativos, y que la solución es bajarnos del coche y adoptar maneras de transporte más saludables, etc.; pero, si la mayoría de las personas ya sabemos un poco o suficiente de este tema, ¿qué hace falta para que nos caiga el veinte, y realmente poner en práctica las soluciones recomendadas para reducir o erradicar dicha problemática? Reflexionemos.

Todos sabemos que necesitamos desplazarnos en la ciudad, y existen diversos motivos para hacerlo, pero principalmente lo hacemos por dos razones, una es para acudir a nuestras fuentes de empleo y la segunda es por mera recreación. Y así ha sido desde que el hombre se volvió sedentario, pero en la antigüedad los asentamientos humanos eran compactos y pluri-funcionales, por lo que la gente caminaba para realizar sus actividades cotidianas combinando comercio y recreación; y el movimiento al exterior del asentamiento se hacía principalmente por fines comerciales, valiéndose de los medios de transporte de la época.

En la actualidad, la manera en que se realizan los asentamientos humanos y las dinámicas generadas a partir de ello, nos han sobrepasado; hemos llegado a un punto en la civilización en que, realizar actividades cotidianas al exterior de nuestras viviendas, puede generar un gran caos. La dispersión urbana, producto de las malas decisiones tomadas por los administradores de la ciudad, ha propiciado la construcción de kilómetros y kilómetros de vialidades para poder conectar bolsas de vivienda con antiguos centros urbanos y con zonas laborales. A este proceso de separar actividades en la ciudad se le llama zonificación urbana, y se propagó y adoptó a raíz de la Revolución Industrial, época en la que además, se posicionó la producción masiva y el uso del automóvil.

Así que, visto de esta forma, no es viable culpar nadie a nivel individual, de este proceso de experiencias y hábitos no solo de movilidad, sino de vida en general aprendidas y adoptadas a lo largo de más de un siglo; la era industrial nos ha llevado a creer también que debemos ser más “productivos”, generando grandes ingresos, y para lograrlo, creemos que hay que vivir más a prisa. Los automóviles han formado parte de esta concepción desde su aparición; los avances tecnológicos en general, nos han hecho relegar nuestra condición humana no solo en la escala espacial, también en la escala temporal.

La concepción que tenemos de lo que debe ser nuestro espacio y nuestro tiempo se ha individualizado y vuelto a la medida de nuestras medios y herramientas, reemplazando la conciencia colectiva y la dimensión humana que se tenía en la antigüedad; nos hemos acostumbrado tanto, y hecho tan dependientes de las máquinas y la tecnología, y entre las preferidas el automóvil, que casi olvidamos la fragilidad y la levedad de la vida, solo porque aspiramos a pertenecer a un segmento socioeconómico superior de la población; hoy en día trabajamos mucho, convivimos poco, nos aferramos mucho a la tecnología, valoramos escasamente nuestras capacidades y limitaciones humanas; esto sin duda es uno de los peores legados de la industrialización, sin embargo es posible y además necesario subsanarlo.

En la próxima publicación, se hablará sobre los modos de adquisición de estos hábitos de movilidad urbana ya expuestos, y se comentará de qué manera ha logrado revertirlos uno de los casos más exitosos a nivel internacional, digno de tomarse como referencia.

@unaciudadanah

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Ciclovida Xalapa

El colectivo Physis Ciclovida se formó en febrero del 2012. Entre sus integrantes hay ciclistas pertenecientes a distintas ramas: urbano, montaña, ruta, street, descenso y otras. En sus actividades buscan fundamentalmente incidir en tres temas: la bicicleta como medio de transporte, la movilidad en la ciudad y la bicicleta como vía de proximidad con la naturaleza. Entre sus actividades realizan un recorrido nocturno todos los miércoles, el punto de reunión es la plaza ubicada en la Av. Xalapa esq. Américas. Desde abril del 2012 es el primer y único colectivo del Estado de Veracruz que es miembro pleno y activo dentro de la Red Nacional de Ciclismo Urbano (BiciRed), organización no gubernamental que agrupa 50 asociaciones ciclistas de diferentes estados del país.

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