Ya surgen más autodefensas

  • Jaime Ríos Otero

Las autodefensas de Michoacán son una opción seductora para pobladores de distintos rumbos del país, para quienes la única posibilidad de sobrevivir y proteger a sus familias es tomar las armas y acabar con los ataques del crimen organizado. Y, a despecho del comentario suscrito aquí el viernes de que aún estaba lejana la irrupción de aquellos grupos autotutelares, tal parece que no, están mucho más cercanos de lo percibido, si no es que ya operan en algunas regiones del Estado.

Precisamente causó gran revuelo y mereció la atención de medios de comunicación serios la declaración de la periodista Maruchi Bravo Pagola, hoy convertida en una gran activista social vía las redes electrónicas, de que se entrevistará con Mireles, el líder de los autodefendidos michoacanos para recibir asesoría y encabezar, en el maltrecho puerto de Veracruz, unos grupos similares a los de la tierra de los Cárdenas.

Igualmente, nos reporta un compañero que su corresponsal en Los Tuxtlas le asegura que ya existen autodefensas en la hermosa región tuxtleca, y un destacado líder priista nos garantizaba el fin de semana que en numerosos municipios de la Sierra Misantla-Chiconquiaco hay grupos de esta peculiaridad, vistos y constatados por él mismo.

El portal sin embargo.mx, tomando datos de e-consulta, el espacio virtual con notables aciertos en cuanto al manejo informativo, reporta que ciudadanos del municipio de San Gabriel Chilac, Puebla, que pertenecen al Frente Común de Resistencia Civil Pacífica (FCRCP), anunciaron que se convertirán en un grupo de autodefensa –con financiamiento de poblanos en Estados Unidos y la asesoría de comuneros de Michoacán–, ya que están hartos de la impunidad con la que actúa la delincuencia en la zona y la complicidad de las autoridades y de la policía con los criminales.

En breve seis personas del Frente serán enviadas a aquel estado para que sean capacitados en estrategias de seguridad y defensa, así como en elaboración de armas, pese a las amenazas del gobierno poblano, y una de las primeras medidas que el FCRCP realizará será tomar los cuatro módulos de seguridad que se construyeron en la actual administración y que no funcionan, para desde esos espacios vigilar la entrada y salida de personas del municipio y frenar el acceso a personas ajenas a Chilac, pues durante las elecciones pasadas se tuvo presencia de gente armada.

Y, más aún, impedirán la toma de posesión, el 14 de febrero, del alcalde electo, Rigoberto David Martínez Rosas, emanado del Partido del Trabajo (PT), ya que están hartos de que los gobiernen personas que sólo “roban al pueblo”. En su lugar, anunció, instalarán un Concejo Municipal. Es decir, en unos cuantos días sabremos realmente si el alcance de este grupo es real o sólo soflama de unos cuantos entusiastas.

En un caso más, ha llegado a diversos medios de comunicación una supuesta convocatoria que estaría siendo realizada en la zona limítrofe de Veracruz, San Luis Potosí, Hidalgo y Tamaulipas, para fortalecer al grupo de defensa Huasteca Armada, por agraviados por el Cártel del Golfo y los Zetas, que han provocado robos, levantones, secuestros, balaceras y ejecuciones.

Aseguran que desde hace poco más de siete años padecen el mal endémico de la violencia, altamente contagioso de la mafia que reina en San Luis Potosí y los estados hermanos de Veracruz, Hidalgo y Tamaulipas, quienes han victimizado a la población, todos, afirman, sea la profesión a la que se dediquen, “hemos sido víctimas de secuestros, asesinatos, cobro de piso, control de bares y alcohol adulterado, extorsiones, robos y otros delitos”.

Teclee usted en su compu los términos Huasteca Armada y le aparecerán más de 90 mil resultados, inclusive hasta fotos, donde se convoca a hombres y mujeres de la Huasteca para que se sumen a la lucha por la pacificación de la zona, seriamente lastimada por la delincuencia con la complacencia de los gobierno locales y estatales. “Queremos librarnos del yugo de la delincuencia organizada que ha secado nuestra tierra”, afirman.

Así está la prospectiva de los grupos de autotutela que van brotando, y donde los primeros damnificados serán las autoridades corruptas que mantienen complicidad con el crimen. Pero es una realidad que, en este momento de crisis del estado de derecho, si el gobierno soslaya e ignora las manifestaciones de descontento, o no flexibiliza y adapta los modelos jurídicos, podría haber una gran ruptura en el orden social.

Estos brotes son la muestra fehaciente de ello, pero sobre todo nos remiten irremediablemente a los gérmenes de inconformidad que fueron apareciendo en distintos puntos del país previamente al estallido de la Revolución Mexicana ¿O no?

[email protected]