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Marcha 8M: Al grito de justicia, cientos de mujeres pintan a Xalapa de morado

  • Alba Alemán
Decenas de mujeres marcharon desde el Teatro del Estado hasta la Plaza Regina este 8M, Día de la Mujer, en Xalapa

Xalapa, Ver.- El grito “¡Vivas se las llevaron! ¡Vivas las queremos!” se escuchó por toda Xalapa, desde el Teatro del Estado hasta la Plaza Regina. Decenas de mujeres marcharon vestidas de negro, con pañuelos y distintivos violeta, gritan con megáfono y sin él. La exigencia: un alto a la violencia, un alto a las desapariciones, un alto a los feminicidios.

Un contingente de mujeres policías de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) esperaba desde la mañana de este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, a los contingentes de mujeres y colectivos feministas que llegaron hasta la Plaza Regina, frente al Palacio de Gobierno de Veracruz, en el centro de la ciudad de Xalapa.

Las mujeres avanzaron por las calles de la capital veracruzanas gritando y exhibiendo cartulinas. “No me mates”, “Quiero llegar a casa” y “Un futuro libre y sin miedo” fueron exigencias en un Veracruz que en 2023 es tercer lugar en feminicidios, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Tomadas de la mano, vestidas de morado, con sus hijas en brazos, con pancartas en lo más alto y tambores, las mujeres e integrantes de colectivos feministas que se dieron cita en Xalapa, llegaron poco antes de las 3:00 de la tarde al Teatro del Estado, en la calle Ignacio de la Llave. De ahí partieron, con el contingente de maternidades y niñas al frente.

La marcha del 8 de marzo, viralizada en redes sociales como #Marcha8M en este Día Internacional de la Mujer, significó un espacio único para mujeres. La marcha fue separatista, pero también un espacio para que las víctimas de violencia de género expusieran los nombres de sus agresores y las experiencias amargas, un espacio para gritar los nombres de mujeres desaparecidas y asesinadas en Veracruz.

 

LOS CONTINGENTES

Un hilo color morado rodeó al primer contingente en el que marcharon madres con sus hijas e hijos, mientras que las integrantes del llamado Bloque Negro hicieron un barrido previo para evitar que hombres o policías se metieran a la marcha separatista, es decir, exclusiva de mujeres. 

Para las manifestantes, las mujeres están históricamente relegadas de los espacios públicos, por lo que cada 8 de marzo inundan las calles para exigir a una sola voz acciones inmediatas al gobierno de Veracruz para que se atiendan las dos Alertas de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) por feminicidios y agravio comparado y, pronto, posiblemente una tercera por desapariciones.

Los ojos de granaderas y granaderos de la Policía Estatal vigilaron al contingente a cada paso en sus avances hacia el viaducto de la avenida Zaragoza, en donde casi a oscuras las mujeres y feministas dejan en grafitis los nombres y apellidos de acosadores, abusadores y maltratadores. Ahí, este 8M, las mujeres también cantaron y bailaron.

Previamente, en el Monumento a la Madre, las mujeres pararon con los puños hacia el cielo. El grito para exigir justicia por las miles de desaparecidas en Veracruz y en México. Las granaderas y policías estatales no pudieron evitar que las manifestantes pintaran consignas en el monumento. El Monumento a la Madre es ahora del “Veracruz feminicida”.

“La que no brinque es poli” gritaron frente a la torre de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), blindada con lozas metálicas y custodiada por decenas de policías estatales. El rechazo a los cuerpos de seguridad tuvo una última estocada: “a estudiar y aprender para poli nunca ser” y entonces avanzaron hacia el corazón de una ciudad que enloqueció nuevamente entre el tráfico y las protestas.

 

PLAZA REGINA: UNA FORTALEZA FEMINISTA

Poco a poco, la explanada de la Plaza Regina se llenó de morado. Frente al Palacio de Gobierno de Veracruz, también custodiado desde la mañana de este 8M, las mujeres gritaron más consignas, con altavoces y con las solas gargantas también. Las mujeres corearon sus exigencias de justicia mientras algunas cartulinas se prendían en fuego.

Las caras sonrientes de la fiscal Verónica Hernández, la presidenta de la mesa directiva del Congreso de Veracruz, Margarita Corro Mendoza, la titular del Poder Judicial, Lisbeth Aurelio Jiménez Aguirre, y otras funcionarias, que colgaban de pendones en el Palacio de Gobierno, contrastaron con los rostros de las víctimas de feminicidio.


Monserrat, Ingrid, Claudia, Bianet, Sara y muchas mujeres que fueron asesinadas y cuyos casos se mantienen en la impunidad, quedaron sobre la Plaza Regina, o Plaza Lerdo, mientras los colectivos de búsqueda se unían al contingente de mujeres, que una vez más en un 8 de marzo, paró todo en Xalapa con un solo grito: vivas se las llevaron, vivas las queremos.

No estás sola, se gritaron mirándose unas a otras mientras mujeres contaban sus experiencias de violencia, en medio de abrazos que disipaban los llantos, entre aplausos que reconocieron la valentía de sus hermanas para alzar la voz.