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En Veracruz, hay rap: Francisco cambió violencia y alcohol por música

  • Carlos Caiceros
Bipz Flow, apasionado por el rap, hace rimas y música las cuales comparte en redes sociales y en Youtube

“Soy Francisco Sangabriel Vázquez, rapero, papá soltero y también trabajo en la construcción”, dice Bipz Flow, un apasionado de este movimiento que rima a rima va ganando seguidores en Banderilla, Veracruz. 

Con Kerem, su hija menor, afirma que la paternidad y la música han sido una inspiración para dejar el alcohol y enfocar su vida, así como para salir de un contexto de violencia.

El joven de 30 años no duda en invertir lo que está en sus posibilidades para grabar videos y sus pistas musicales, las cuales comparte a través de redes sociales. Su sueño es monetizar sus canciones “algún día”.

Su nombre artístico proviene de iniciales y claves que han estado presentes en su vida y su lugar de residencia en la región Xalapa.

La “b”, es por su barrio, Benito Juárez; la “i” en realidad era el número 1 por ser el primer hijo de sus padres; la “p” es por “Paco”, la contracción de su nombre y la “z” es por la última letra de su apellido. El Flow, salió “por default”, cuenta Francisco.

PADRE DE DOS

Francisco se sincera y cuenta que es papá soltero “por inmadurez” más que por otra cosa.

Con la madre de sus hijos procreó a dos pequeños y a la postre, cuando se separaron, llegaron a un acuerdo en el que ambos se quedaron con uno de los menores; él con su niña y el varón con su madre, por elección propia de los pequeños.

“Ya tengo cinco o seis años que estoy así”, detalla al señalar que con el otro hijo solo tiene comunicación a través de redes sociales, pues ahora vive en otro estado de la República.

Antes de adentrarse en la música y asumir su responsabilidad vagaba por las calles, se alcoholizaba y peleaba con integrantes de otros barrios.

Todo eso acarreó serios problemas en su vida personal, pues perdía trabajos y los ingresos para mantener a su familia. Tuvo discusiones fuertes con la madre de sus hijos y finalmente sufrió la ruptura de su relación.

“Me alocaba mucho, es que era muy ‘malacopa’. Yo quería "echar pleito" y eso hizo que hasta mi propia familia luego me cerrara la puerta.

“Para ese entonces no cantaba, empecé a cantar en el 2010 y apenas hace dos años que regresé a la música”, relata.

Las influencias musicales de Francisco han sido de hecho personas de su barrio y cantantes xalapeños con los que tuvo oportunidad de relacionarse e incluso meterse en problemas “echando bronca” en otros barrios.

Considera que la separación de sus padres y la entrada a vicios de ambos terminó influyendo en su adolescencia, por eso superar esa etapa ha sido un proceso. Incluso, una de sus primeras canciones, “Traumado”, trata la historia de su madre cuando se fue de su hogar.

Entre las personas que lo inspiraron estaba el rapero xalapeño Andrés Navarro, conocido en el ambiente como “Crazy área 228”, a quien recuerda haber saludado una semana antes de morir en los separos del cuartel de San José tras ser golpeado por policías estatales.

“Me lo encontré por el Autozone porque el vato era de por la Rafael Lucio”, cuenta Francisco. Recuerda que ambos iniciaron en el rap casi al mismo tiempo y juntos se aventaban algunas retas musicales.

“Un día me dijo ‘¿qué onda güey, vamos a tirarnos unas rolas? Y yo le decía ‘simón’ y a los pocos días le había pasado eso (su muerte).

Recientemente la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) emitió la recomendación 13-2022 por la muerte de Navarro, de 33 años, quien falleció el 2 de mayo de 2020 tras ser ingresado al cuartel de San José en esta capital recibiendo una golpiza de los policías.

Tras la detención de Carlos Andrés la autoridad policial pretendió hacer creer que el deceso del joven se debió a un presunto infarto, devenido de un presunto altercado con los elementos y la oposición a ser revisado por un médico.

Sin embargo, dictámenes posteriores determinaron que el joven recibió más de 20 golpes de consideración en todo el cuerpo, entre los cuales se contaron excoriaciones, derrames, edemas y equimosis.

HERMANDAD

Francisco vive en un pequeño cuarto adornado con posters de los eventos en los que ha participado y con los dibujos que le dedica Kerem. Hay varios “te amo” de su pequeña y uno en donde aparecen juntos compartiendo un globo. 

En un estante está una bocina que su hermano le regaló y en donde escucha sus pistas y se inspira para sus letras.

Asegura que él pudo dejar el alcohol y ha encontrado estabilidad emocional en la música, a la que describe como “bonita y chingona”, pero también un camino difícil para quienes no tienen los medios para enfocarse de lleno.

“Al principio todo es burla y la gente no te apoya cuando ya empieza a haber algo. Todo eso ha sido duro, pero yo también he cometido muchos errores y he tomado malas decisiones. Pero sí es muy difícil y más cuando no tienes quien te apoye, cuando estás solo”, dice.

También ha tenido satisfacciones personales. Actualmente en Banderilla, su municipio natal, se ha hecho de algunos seguidores que valoran sus aportes musicales y un empresario lo contrató para viajar con gastos pagados a Monterrey para cantar en un evento: "me dijo que él sentía mi música". 

“A pesar de que la mayoría de mis canciones son de baja calidad, a la gente le han gustado. Y más que nada eso empezó a surgir ahora que la gente ya vio que yo dejé los vicios, dejé todo y me enfoqué más a mi hija, a mi casa y a mi carrera musical”, comparte.

En efecto, el camino de Francisco no ha sido fácil. Mientras su trabajo como albañil le deja ingresos de mil 500 pesos semanales, producir una sola canción le consume hasta 3 mil 500 pesos.

Y aunque no ha empezado a monetizar como tal en sus redes sociales, haberse ganado ya el cariño de la gente es su mejor pago.

La música, agrega, lo ha impulsado a hacer más cosas que antes le daban pereza, entre ellas mejorar en su trabajo de construcción, al grado de que si no hace algo como le gusta o sabe hacerlo, le genera incomodidad.

A diferencia de otros artistas, Bipz Flow no tiene la capacidad para sentarse y sacar un nuevo tema “de la nada”. En su caso, debe ser más bien paciente para lograrlo.

“Yo me aviento un tiempo para escribir. Le doy conciencia a mi letra. Me gusta escribir, escucharla y entonarla. La escribo, la escucho, la entono y la grabo”, dice.

Para sus grabaciones, por ejemplo, tiene un amigo en la colonia Campo de Tiro quien trabaja en sus producciones: “El vato este graba chingón”.

También se ha aliado con otros raperos que llevan casi el mismo tiempo que él y gracias al “buen ritmo” que traen han sobresalido y en conjunto, buscan dar a conocer su música.

Pero para tener ese producto final que escuchan y disfrutan sus seguidores, Francisco debe pasar un largo proceso principalmente de reunión de fondos, debiendo pasar hasta 20 días para juntar lo que le cuesta producir un video musical, pues ya en las grabaciones de las canciones, ha logrado conseguir mejores precios con alta calidad.

Y aunque el productor de video también es alguien conocido desde la infancia, igual tiene que pagar sus servicios. La insistencia de seguir adelante con su proyecto lo ha dejado hasta descalzo, con tal de continuar haciendo música.

TRABAJO Y ESCUELA

Un día normal en la vida de Francisco inicia a las 5:30 de la mañana, alistando el uniforme de su hija y la ropa que él llevará a su trabajo.

Lleva a su pequeña a la escuela y se dirige al lugar donde laborará. Pero no es tan simple, puesto que solo cuando trabaja en Banderilla puede darse la oportunidad de ir a buscar su hija al colegio, llevarla a casa, darle de comer.

Cuando debe trabajar fuera las cosas se complican incluso para hacer las tareas con su pequeña. Eso también le dificulta que pueda ensayar todos los días.

“Me parto y es bien difícil porque me voy al trabajo y luego no tengo con quien dejar a mi niña. Obviamente pago por el favor, pero a veces ese dinero me hace falta y entonces a veces me la he llevado al trabajo y siento feo que luego ande llena de mezcla o en el trabajo ande haciendo tarea”.

Su hija, quien vive con él desde que tiene 2 años y medio y asiste al tercer grado de primaria, también forma parte de su inspiración, aunado a la fe que tiene a la Santa Muerte, que nunca los ha dejado sin un plato de comida en la mesa.

Entre sus proyectos reconoce que admira y busca conocer a C-Kan y otros raperos de renombre que pronto cantarán en la zona, donde espera estar presente.

Ahora, la tristeza y el desenfreno han quedado atrás para el cantante. Sueña con ser el precursor del rap en Banderilla, pero para eso sabe que antes debe trabajar en sí mismo.

 

ys