• Veracruz

Vivir al día: Domingo vende fruta en el puerto desde hace 25 años

  • Ángel Cortés Romero
Domingo pasa sus días picando fruta para venderla en cócteles a las personas que caminan sobre la avenida Independencia

Veracuz, Ver.- El cruce de la avenida Independencia y la calle Mariano Arista es el centro de trabajo de Domingo Málaga Isidoro, un vendedor de frutas que llegó al puerto de Veracruz hace 29 años huyendo de la pobreza en su natal Santiago Tuxtla. 

Domingo pasa sus días picando fruta para venderla en cócteles a las personas que caminan sobre la avenida Independencia y a trabajadores de la zona que, desde hace cuatro meses, cuando llegó al lugar, se convirtieron en sus clientes.

El hombre no sabe de ningún tipo de prestaciones. Para él no existen los descansos, pues trabaja de lunes a domingo. Tampoco conoce las vacaciones y, mucho menos, lo que es tener seguridad social. Su trabajo es informal.

 

imagen placeholder

 

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el pasado 23 de mayo, 31 millones de personas en México eran trabajadores informales en el primer trimestre de 2022.

El número de trabajadores informales tuvo un incremento de 1.8 millones de personas con relación al primer trimestre de 2021, lo que, para Alberto Aja Cantero, presidente de COPARMEX Veracruz, es resultado del debilitamiento del Estado de Derecho.

 

"Esto genera condiciones inequitativas, dado que quienes contribuyen vía impuestos hacia nuestra Hacienda Pública, pues son los mismos; si ahora son menos los que contribuye.

 

Evidentemente, esto genera un esquema injusto de competencia, siguen siendo los mismos los que terminan pagando los ingresos que necesita nuestro país para ofrecer servicios públicos a toda la población", asegura Alberto Aja.

Según el INEGI, el empleo informal incluye las siguientes categorías: el trabajo no protegido en la actividad agropecuaria, el servicio doméstico remunerado no protegido, así como los trabajadores subordinados que trabajan para unidades económicas formales, pero sin seguridad social.

A la falta de prestaciones se suman las dificultades económicas que Domingo tiene en su negocio de frutas, en el que invierte entre cinco y seis mil pesos semanales, pero en el que apenas tiene ganancias de 200 pesos diarios.

 

imagen placeholder

 


"Aquí me va más o menos, hay momentos en los que sí está dura la cosa", dice el comerciante.

Pese a que tiene cuatro hijos mayores de edad, a sus 40 años Domingo vive solo en su domicilio. Lo celebra por dos cosas: el dinero le alcanza para completar sus gastos personales y tiene tiempo suficiente para servir como predicador en la Diócesis de Veracruz.

 

Una vida marcada por la necesidad

La necesidad es una vieja compañera de Domingo Málaga Isidoro, quien, a sus 11 años, apenas terminó la primaria, abandonó su vida en el municipio de Santiago Tuxtla, ubicado a 145 kilómetros, es decir, dos horas con 25 minutos, del puerto de Veracruz.

 

"La necesidad obligó porque ahora sí que no hubo para estudios y saliendo de la primaria marché de este lado", relata.

 

Domingo salió de la región de Los Tuxtlas acompañado por sus hermanos, con quienes llegó al puerto de Veracruz en 1993. De inmediato, consiguió trabajo en la tienda de abarrotes de una mujer de nombre Lidia, quien falleció años más tarde. 

Unos años después de su llegada al puerto de Veracruz, Domingo se enlistó como trabajador en una frutería ubicada en la zona de mercados de la ciudad, en la que solo tuvo un sueldo fijo, pero ningún tipo de prestaciones.

 

imagen placeholder

 

"No había prestaciones. Únicamente, cuando uno necesitaba, pues ella te prestaba, no una cantidad fuerte", comenta.

 

Su patrona era una mujer a la que recuerda con el nombre de Consuelo González Báez, con quien trabajó 25 años y quien incluso lo convirtió en encargado de uno de sus puestos hasta que él pudo tener su propio negocio, también una frutería en la zona de mercados.

La frutería la tuvo en su poder hasta hace un año, cuando atravesó una crisis económica, precisamente en las fechas en que el padre y párroco de la Catedral de Veracruz, Víctor Manuel Díaz Mendoza, enfermó de covid-19, en enero de 2021.

Según Domingo, recuerda bien la fecha en que perdió su frutería debido a que para ese entonces ya estudiaba su carrera en la Iglesia Católica para convertirse en predicador, por lo que antes que considerar que tuvo una crisis económica, piensa que fue una prueba de Dios.

Después de que perdió su frutería, el comerciante comenzó a trabajar con un amigo en una carpintería en la que lo ayudaba a lijar y barnizar muebles de manera. Aunque no ganaba un salario, afirma que por lo menos le daba la comida.

Así se mantuvo hasta hace cuatro meses en que otro amigo le prestó un triciclo con una vitrina en la que ahora vende vasos de fruta, en 30 y 40 pesos, en Arista e Independencia, la última, la principal avenida del Centro Histórico de Veracruz.

 

Informalidad, economía que vulnera: COPARMEX

De acuerdo con Alberto Aja Cantero, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEXVeracruz, el empleo informal es parte de una economía que vulnera a la población con falta de servicios de salud y otros a los que un trabajador debería tener acceso. 

El empresario afirma que el reto de la iniciativa privada y de los tres niveles de gobierno es el impuso al incremento gradual del salario mínimo, que actualmente es de 172 pesos por día, y del monto de pensiones, así como la generación de espacios de diálogo para contener la inflación.

 

imagen placeholder

 

"Me parece que el esfuerzo que están haciendo los sectores productivos por el incremento gradual al salario mínimo es una buena opción para que muchas personas busquen establecerse en un empleo formal", expresa.

 

Sin embargo, Alberto Aja Cantero considera que los datos del INEGI acerca del crecimiento de la informalidad en México hablan de que algo se está haciendo mal en el país para que el Estado mexicano sea atractivo y que la economía informal transite hacia la informalidad.

"Tenemos que desarrollar nuestra economía de tal forma que podamos incluir a estos sectores de la población que están siendo marginados y están entrando a la informalidad y a nuevos esquemas de pobreza, tanto en un sentido patrimonial, de pobreza alimentaria, pobreza de varios tipos", menciona.

El presidente de Coparmex manifiesta que actualmente la cámara empresarial tiene identificadas tres tipos de economía: formal, informal e informal; y que las últimas dos tienen una correlación en el incremento que presentan.

"Necesitamos hacer un nuevo esfuerzo renovado para que haya una sola economía, todos dentro de la ley, esto lo que implica es que haya Estado de Derecho, se respete el Estado de Derecho, se emprendan las acciones necesarias para que no haya impunidad.

A medida que cuando haya un delito y se castigue, va a frenar esta puerta giratoria que hace que a las personas se les haga rentable delinquir, pero también en la medida que haya Estado de Derecho, menos personas van a optar por la informalidad", indica.

 

Frenar la salida de veracruzanos

Para la COPARMEX Veracruz es importante que tanto el Gobierno del Estado como las administraciones municipales se enfoquen en que se frene la salida de veracruzanos hacia otros estados de la república y el extranjero.

"También frenar la caída de empresas que, pues, terminan transitando hacia la informalidad", señala.

El empresario asevera que las pausas en los proyectos del Corredor Transístmico y de la ampliación portuaria en Veracruz, así como la falta de un plan de desarrollo económico en las regiones de Veracruz, provocan que no se atraiga la inversión privada al estado.

"Las pocas inversiones que llegan no terminan de reemplazar los empleos perdidos. Veracruz tiene un 24 por ciento en la caída de inversión extranjera directa, ha perdido cerca de 200 mil empleos y le está costando trabajo recuperarlos", concluye.

 

 

 

FP