• Xalapa

José quiere ser soldado; pide dinero en Xalapa para útiles escolares

  • Isabel Ortega
El menor de 11 años pide dinero en calles del centro de la capital

José, con apenas 11 años, es uno de los más de 825 mil alumnos que cursa la primaria en Veracruz y que regresó a las aulas este lunes. Su intención de seguir estudiando no se lleva con la condición económica de su familia, pues no tiene dinero para comprar sus útiles escolares, uniforme y zapatos.

El pequeño que se presentó el fin de semana en el primer cuadro de Xalapa, acompañado de su mamá que vendía dulces y lo vigilaba a la distancia, hizo un llamado a la solidaridad de los xalapeños para juntar el recurso necesario, y así cursar el quinto año de primaria.

No es el primer año que José acude al centro a pedir apoyo a los ciudadanos y así continuar con sus estudios, sin embargo, destaca que tiene buenas calificaciones. Es alumno de la primaria “José María Morelos y Pavón” de la colonia Miguel Alemán, en la reserva territorial, ubicada en la periferia de Xalapa, zona considerada de alta marginación.

El menor no tiene papá y su mamá no tiene un trabajo fijo, regularmente vende chocolates en calles de Xalapa, para obtener ingresos para la manutención del menor.

Según el anuario estadístico de la Secretaría de Educación de Veracruz en el periodo escolar 2020-2021 825 mil 771 mil alumnos estudiaron primaria, son atendidos por 45 mil 177 maestros en nueve mil 356 escuelas.

También el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reporta que un millón 129.8 veracruzanos viven en extrema pobreza y tiene alguna carencia ya sea de educación, servicios de salud o no tiene lo necesario para comprar la canasta básica.

Pese a esas condiciones, José quiere seguir estudiando para luego poder unirse a las filas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), “quiero ser un militar”, dice en breve plática mientras es cuestionado sobre su presencia en el centro.

El menor, que viste con sudadera de gorro, tenis rotos y un cubrebocas, que evidencia su constante uso por su color grisáceo, sostiene en su mano una cartulina con la que pide apoyo.

“Pido dinero para que compre mis zapatitos, mi mochila, mis útiles, mi lapicero para que vaya a la escuela y estudie”, comenta un tanto intimidado por el celular que graba la charla con el menor.

En 2019, el pequeño acudió por primera vez al centro de la ciudad; este fin de semana se presentó con la intención de lograr el dinero necesario para poder regresar a clases, tal como lo hicieron poco más de 2 millones de estudiantes en el Estado.