Coatepec, Ver.- La séptima visita del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador se dio en medio de manifestaciones y gritos de "miente, miente Presidente". Ambientalistas, bailarines, integrantes de organizaciones campesinas, y habitantes de San Andrés Tlalnehuayocan, viajaron al municipio de Coatepec, ubicado en la zona montañosa del Estado, para plantear algunas demandas.

El evento que se desarrolló en el campo deportivo Adolfo López Mateo, en el corazón del Pueblo Mágico, estuvo accidentado, pues el propio presidente, así como funcionarios públicos de Veracruz, trataron de acallar la manifestación de integrantes de Antorcha Campesina, que gritaron consignas durante el discurso presidencial.

Al lugar llegaron centenares de personas, algunas con cartas y presentes para el mandatario federal. Otros más, llevaban lonas, pancartas y cartelones en los que planteaban algunas exigencias, la principal fue garantizar seguridad.

Desde la entrada del municipio se colocaron lonas en las que se exigía seguridad. Los anuncios, visiblemente nuevos, se ubicaron en las calles que comunicaban la entrada de la ciudad con el campo deportivo, camino que tenía que transitar López Obrador.

El campo de beisbol se empezó a llenar desde las tres de la tarde, ni la fuerte lluvia que cayó por más de 30 minutos ahuyentó a los asistentes. Personal de logística, apoyados de sombrillas, los escoltaban a sus asientos, procurando evitar un accidente ante lo resbaloso del campo.

Durante más de una hora y media de espera se escuchaban sones jarochos, y en un par de ocasiones a través del sonido local personal de protección civil anunció las medidas preventivas en caso de algún accidente, “no correr, no gritar y no empujar” eran algunas de las recomendaciones.

Cerca del área que se habilitó para la prensa local, doña Rutila Rodríguez, originaria de Coatepec, aguardaba nerviosa la llegada de López Obrador; le llevó un cuadro de la Última Cena, lo bordó en punto de cruz.

A pesar de que Obrador recorrió un segundo pasillo que se habilitó hasta el escenario principal, doña Rutila recorrió la mitad del parque para entregarle el presente. A cambio, el Presidente se tomó una selfie.

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Una vez que se inició el evento, se hizo la presentación del presídium, en esta ocasión el abucheado fue el alcalde de Coatepec, Luis Enrique Fernández Peredo, que días antes se había quejado de la solicitud que hizo personal del gobierno federal, le pidieron comprar 10 mil botellas de agua para el evento de este viernes 31 de mayo.

El primer orador oficial fue el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, al percatarse de las manifestaciones de integrantes de LaVida y del Colectivo Pueblos Unidos de la Cuenca de la Antigua por Ríos Libres, ofreció que no se permitirá la instalación de hidroeléctricas, ni mineras.

Después del discurso del Secretario de Agricultura, Víctor Manuel Villalobos Arámbula, tomó el micrófono el Presidente de la República, quien nuevamente dio su respaldo al Gobernador Cuitláhuac García Jiménez.

El presidente presentó el paquete de programas del campo que se entregarán a partir de este 31 de mayo a productores locales.

Mientras Andrés Manuel López Obrador daba su discurso sobre los beneficios de los apoyos, que ahora se entregan directo a los productores y se evita la ordena de los líderes de las organizaciones, entre ellos Antorcha Campesina, surgieron los gritos de los asistentes.

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Un tercio del área que se asignó a los invitados estaba ocupado por Antorchistas, que luego del ataque implícito a su líder estatal, Samuel Aguirre, empezaron a lanzar consignas contra López Obrador. “Miente, miente Presidente” y “Respeto a Antorcha Campesina”, retumbaba en el parque de beisbol.

Los manifestantes se apostaron atrás del área que se asignó a secretarios de despacho del gobierno de García Jiménez, quienes alentados por personal de logística quisieron opacar las voces discordantes con el lema “es un honor estar con Obrador”.

Los gritos de los seguidores de Samuel Aguirre se impusieron. Los encargados del sonido local también tomaron medidas, subieron el volumen del micrófono que ocupaba López Obrador, pero eso no impidió a los Antorchistas opacar el evento presidencial.

El discurso del Presidente se limitó a 25 minutos, y tras entonar el himno nacional se apresuró su salida del campo deportivo.

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