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Por desconfianza en Fiscalía, colectivos piden participar en búsqueda de fosas

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Familiares de desaparecidos tienen incertidumbre sobre los 178 cuerpos hallados en las 32 fosas de Arbolillo

Xalapa, Ver.- María Eugenia Hernández Condado, quien busca a su hijo desaparecido desde abril de 2012, dijo necesario que las autoridades involucren a las víctimas indirectas desde el primer momento en que se encuentre una fosa clandestina, pues hay incertidumbre de saber si los 178 cráneos hallados recientemente en Arbolillo realmente estuvieron ahí o “los sembraron”.

La madre de Jesús Antonio Ramírez Hernández, quien desapareció junto con uno de sus primos y un amigo, luego de estar en un retén implementado por elementos de seguridad de Veracruz, criticó que las autoridades estatales permitieran a los familiares de desaparecidos ingresar al predio hasta después de haber realizado trabajos en ese lugar.

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Además mencionó que las dudas radican en que algunas de las prendas halladas en las 32 fosas más recientes, ubicadas en Arbolillo, tienen apariencia de no tener una antigüedad de más de dos años sepultadas.

“Que usen la tecnología e involucren a los colectivos. No se sabe si los – restos de personas- sembraron de ese lugar, porque la mayoría tenemos desconfianza y de que son más de años; hay ropas que se ven muy recientes, otras ya están destruidas”, dijo.

El 06 de septiembre de 2018, el fiscal general, Jorge Winckler, anunció el descubrimiento 32 fosas con –hasta entonces- 166 cráneos, que calificó como “un logro” de la institución que encabeza, apoyado de tecnología de punta que facilitó el gobierno de Yunes. El funcionario no dio la ubicación de ese cementerio clandestino, ni explicó por qué las familias fueron excluidas de la búsqueda.

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La fundadora del colectivo Solecito, Lucía de los Ángeles Díaz Genao, advirtió que ese predio ya había sido investigado por la Fiscalía veracruzana en marzo de 2017, tras la desaparición de tres elementos de la Secretaría de Marina, en el puerto de Veracruz, el 01 de febrero de ese año.

Posteriormente, el 23 de septiembre, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, dijo que no hubo ningún error al decir que el nuevo cementerio clandestino no se trataba de la fosa de Arbolillo, porque “es una fosa distinta; puede estar en la misma zona pero no es la misma”.

Por otro lado, María Eugenia Hernández, acusó que las investigaciones correspondientes a las personas desaparecidas no avanzan porque las autoridades ministeriales son cambiadas constantemente “ es un retroceso porque cuando ya se va avanzando, el nuevo tienen que volverse a empapar del caso”, indicó.

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