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Caciques buscan enquistarse en Sindicatos petroleros de Veracruz

  • Fernanda Castillo
Sin una convocatoria oficial del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, inició la pugna por la dirigencia.

Xalapa, Ver.- Sin una convocatoria oficial del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), que delimite las reglas de la renovación de 12 secciones sindicales de Veracruz, ya inició la pugna por la dirigencia. En el sur del estado, bastión de Morena desde la elección 2016, se da la batalla por renovar o desplazar a los líderes, la mayoría ligados al PRI.

El sindicato petrolero, vinculado por décadas al tricolor, ha sido el trampolín político de los líderes de las 36 secciones en todo el país, y son constantes las quejas del tráfico de influencias que prevalecen al interior, que han permitido a personajes como Carlos Romero Deschamps pasar de simple líder obrero a millonario.

El líder nacional de los trabajadores ha sido reelecto por cuatro periodos, la próxima elección será en el 2024; ha brincado de la diputación federal a la senaduría en cinco ocasiones, siempre respaldado por el PRI que lo incluye en la lista de plurinominales.

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Los liderazgos regionales son muy similares, también prevalece el cacicazgo, y el tráfico de influencias entre los agremiados, no hay claridad sobre el manejo de las aportaciones de los agremiados. En todos los casos la base trabajadora ha presentado denuncias anónimas ante los medios de comunicación, por miedo a la represión de los dirigentes.

Este domingo 23 de septiembre, la senadora Rocío Nahle García adelantó que su partido respetará la autonomía sindical, por lo que ni el gobierno electo, ni el partido Movimiento Regeneración Nacional “meterán las manos” en el proceso interno que iniciará el mes entrante.

A modo de desmarque, estableció que el partido en el que milita no tiene injerencia en la renovación de al menos seis, de las 12 secciones sindicales del Estado, específicamente en el sur.

“Nosotros respetamos la independencia y autonomía sindical. No estamos promoviendo ni apoyando a ningún aspirante en ninguna sección sindical, esto lo aclaro, para que no se dejen sorprender con alguna línea política que algunos personajes tratan de aprovechar”, expresó en entrevista con los medios de comunicación.

El Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), cuenta con 36 secciones, de esas, 12 están en territorio estatal: Veracruz (09), Minatitlán (10 y 23), Nanchital (11), Cerro Azul (13), Ciudad Mendoza (15), Cuichapa, perteneciente al municipio de Moloacán (16), Agua Dulce (22), Naranjos (25), las Choapas (26), Poza Rica (30), Coatzacoalcos (31), y Tuxpan (51).

Durante la campaña, en mayo del 2018, el ahora presidente electo Andrés Manuel López Obrador se comprometió a acabar con el cacicazgo del sindicato petrolero. Algunos disidentes interpretaron el mensaje como el aval para desplazar a los priistas.

E-consultaVeracruz presenta los seis perfiles de líderes sureños que buscan mantenerse o imponer al frente de las secciones sindicales a gente cercana:

Los caciques, reelección o imposición

Jorge Wade González, es líder de la Sección 10 de Minatitlán desde el 2015; aglutina a más de 8 mil agremiados. La importancia de ese grupo sindical radicaba en imponer candidatos a la diputación local, federal y alcaldía del tricolor.

Del sindicato surgieron candidatos como el propio Wade González, Raúl Cadena, José Luis Sáenz Soto, Leopoldo García y Pablo Pavón Vinales exalcaldes en el sur, que perdieron en el 2017 contra Nicolás Reyes, abanderado de Morena.

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Ramón Hernández Toledo, es líder de la Sección 11 de Nanchital, lo ha sido en los últimos 27 años. Se le ha acusado de lucrar con las cuotas de los 14 mil 500 agremiados de los complejos Pajaritos y Morelos.

En esa sección la base trabajadora aporta el 25 por ciento del salario mensual al sindicato y paga hasta el 30 por ciento por los préstamos hipotecarios que les otorgan. No hay claridad de cómo se maneja el dinero de los agremiados.

El pasado 28 de agosto, se anunció que las planillas PUEDEM (Petroleros Unidos en Democracia) de Carlos Altamirano y la Planilla “Movimiento de Cambio Sindical” (MOCASIN) de Juan Aldana Santiago, se unificaron para derrocar al actual líder, Ramón Hernández Toledo.

La base trabajadora acusa a Hernández Toledo de lucrar con las cuotas de los trabajadores, de financiar con este dinero campañas de priistas de la región, de comprar propiedades para beneficio personal, así como de apropiarse del servicio de transporte de petroleros mediante prestanombres, sin embargo, no hay denuncias penales por los hechos.

La sección 16 de Moloacán es representada por Omar Augusto Ricardéz Chong, quien fue alcalde de ese municipio. Ha desempeñado diversos cargos al interior de Petróleos Mexicanos.

A través de redes sociales, se denunció al líder de adquirir lujosos ranchos, casas en Puebla, Cancún, Coatzacoalcos y de ser dueño de empresas subsidiarias de Pemex.

En la sección 22 de Agua Dulce, es Ismael Melgarejo el líder; el malestar de los agremiados con su trabajo, abre la posibilidad de que sea Daniel Martínez González el candidato del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, reportaron medios locales.

En la sección 26 con sede en Las Choapas, se considera líder moral a Carlos Jiménez Hernández, quien ha impuesto a candidatos de las planillas en la renovación de la dirigencia.

En 2016 inauguró el complejo habitacional de Las Hortalizas en dicha demarcación. Trabajadores petroleros denunciaron -de manera anónima- que desde el sindicato les obligaron a comprarlas con un costo de hasta un millón 500 mil pesos.

En 2016 el Tribunal noveno en materia del trabajo del primer circuito, con expediente IV-017/2016 ordenó repetir la elección de Secretario General de la Sección 26 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, por irregularidades que dieron como ganador a Manuel Moreno.

Edith Carrillo Díaz, es líder moral de la sección 31 de Coatzacoalcos, y responsable de dirigir a los trabajadores por más de una década detentando el poder. En 2016 se le denunció de vender plazas por 200 mil pesos.

El ofrecimiento permitía a gente obtener puestos laborales con categorías altas, lo que es violatorio del contrato colectivo de trabajo y los derechos laborales de los sindicalizados

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