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Cuauhtémoc Blanco dará cargo a exmando policial de Javier Duarte

  • Miguel Ángel León Carmona
Federico Rivas, próximo subsecretario de Seguridad en el gobierno de Morelos, fue escolta de Javier Duarte y está ligado a desapariciones.

Xalapa, Ver. - Federico Rivas Valdés, quien fungirá como subsecretario operativo de la SSP en el gobierno de Cuauhtémoc Blanco, en Morelos, cuenta con un negro expediente en Veracruz. A pesar de haber sido inhabilitado un año -en 2014- por negligencia administrativa, en el gobierno de Javier Duarte encontró arropo. En 2013 estuvo al mando de retenes en la entidad sureña, donde fueron desaparecidos jóvenes de manera sistemática, supuestamente ligados a Los Zetas.

El pasado 31 de agosto, el comandante Rivas -excapitán de Infantería de la Marina- fue presentado por quien será el Secretario de Seguridad en el gobierno de Morelos, José Antonio Ortiz Guarneros, quien aseguró que de la mano de su equipo lograrán que el estado sea nuevamente seguro.

En tanto el futuro gobernador de Morena, dijo “la promesa más importante que le hice a todos los ciudadanos que confiaron en mi fue el regresar la paz y tranquilidad (…) Ahora la historia es diferente y sé que, con trabajo duro, voluntad y amor por el pueblo de Morelos lograremos transformar al estado y regresarle la sonrisa a los morelenses”.

No será la primera ocasión que Rivas Valdés trabaje de la mano en un gobierno estatal. Entre 2010 y 2012 fue escolta personal del exmandatario priista Javier Duarte, puesto del que fue ascendido el 01 de junio de 2013 como Subsecretario B de la SSP de Veracruz. De a poco se hizo de un nombre en la dependencia hasta llegar a ser considerado la mano izquierda del titular Arturo Bermúdez Zurita, hoy preso en el penal de Pacho Viejo por el delito de desaparición forzada de personas.

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La cercanía entre Bermúdez, con clave policiaca Jaguar, y el Comandante Rivas, llevó al exsecretario de la SSP de Veracruz a desacatar una resolución de la Secretaría de la Función Pública (SFP), que instruía la inhabilitación por un año a Rivas debido a una negligencia administrativa y por no presentar su declaración patrimonial. Lo anterior fue acompañado de una multa económica por 181 mil 486 pesos.

Bermúdez hizo caso omiso de la resolución expedida en julio de 2014, pues consideró que al tratarse de un asunto administrativo no afectaba en sus acciones operativas de la dependencia.

Durante la audiencia de imputación de Arturo Bermúdez, fue revelada la declaración de un subordinado de Rivas Valdés. El testigo protegido dio cuenta de que los policías que integraban el Agrupamiento Tajín en Veracruz -a cargo de Rivas- detuvieron a jóvenes con apariencia delictiva y fueron entregados al grupo de Los Fieles, cuerpo de élite al que se relacionan decenas de desapariciones de personas presuntamente ligados a Los Zetas, cartel que fue sometido a una “limpia institucional”. Las víctimas que de acuerdo con el subordinado de Rivas fueron privadas de su libertad permanecen desaparecidas.

Los fantasmas del capitán Rivas: jóvenes desaparecidos a manos de policías

E-Consulta Veracruz tuvo acceso a la audiencia de imputación de Bermúdez, donde fue expuesta la declaración del expolicía de la SSP de Veracruz, quien de acuerdo con la Fiscalía General del Estado (FGE), entre 2012 y 2014 formó parte del Agrupamiento Tajín, equipo policial que desde 2012 estuvo a cargo de diversos operativos donde se montaban retenes a lo largo de la entidad.

De acuerdo con el testigo protegido, ‘El agrupamiento Tajín’ “se formó por instrucciones Arturo Bermúdez, y el personal que formaba este grupo se adiestró en la Secretaría de Marina-Armada de México, en la Base Naval de Infantería de Champotón, Campeche, ya que conformábamos un nuevo agrupamiento táctico de la SSP. Dicho grupo al que pertenecía entró en funciones en agosto de 2012, siendo el primer operativo en que recuerdo que participamos el realizado en San Andrés Tlalnehuayocan (conurbado de Xalapa), con motivo de la entrada de un huracán. Durante el tiempo que estuve dentro de la Secretaría, pude percatarme de distintas ocasiones en las que se detenía a personas, pero que no eran puestas a disposición”.

Según el expolicía, a lo largo de diversos operativos montados en la entidad, las personas que ahí eran detenidas de manera ilegal no eran puestas a disposición sino entregadas al grupo conocido como Los Fieles, comandados por el exteniente Roberto González Meza, exdirector de la Fuerza Civil, alias “El Bogui, también vinculado a proceso por desaparición forzada.

 “Las personas que eran entregadas por los distintos agrupamientos, corporaciones y divisiones, a Los Fieles, eran personas que se dedicaban a asuntos de droga o que participaban con la delincuencia organizada, porque la instrucción era esa”, declaró el testigo de la FGE.

“La primera vez que yo escuché esa instrucción, fue en el mes de septiembre del 2012, en la ocasión en que vinieron de México de la SIEDO, a detener a policías de la SSP, los cuales, a dicho de Bermúdez, tenían nexos con los Zetas. Aquella ocasión, nos concentraron en las instalaciones del Cuartel de San José, específicamente en una de las explanadas, recordando que nos encontrábamos diversas corporaciones policiacas: la Delegación de la zona de Xico, el Agrupamiento Canino, la Policía Estatal Acreditable (PEA), Delegación XX, División de Policía, Grupo Tajín, Grupo Carretero y las Fuerzas Especiales (Fieles), entre otros que no recuerdo en estos momentos, pero todos los grupos se encontraban formados”, se expuso durante audiencia.

Según el testigo, esa vez se encontraban Arturo Bermúdez, José Nabor Nava Olguín, ex Subsecretario de Seguridad Pública; Federico Rivas, entonces encargado del Agrupamiento Tajín; Arturo Paredes Guevara, excomandante de la División de Policía; Mario Durán García, quien coordinaba el grupo de Fuerza de Reacción, a cargo de Paredes Guevara; Roberto González Meza, jefe de Los Fieles; Martín Barriga Vicarte, representante de la Policía Acreditable; José Martínez, ex director de operaciones; entre otros policías rasos de la SSP.

“Recuerdo que Bermúdez estaba muy molesto ya que anteriormente la SEIDO había ido por policías que estaban involucrados con el crimen organizado (…) Bermúdez se mostraba agresivo con los compañeros, ya que iba caminando e iba golpeando a algunos compañeros hasta el momento que se acercó a un compañero de la División Canina y lo comenzó a cachetear, gritando “qué no han entendido, pendejos, si tienen familiares, amigos o conocidos que estén relacionados con los Zetas, repórtenlos, y si entre sus compañeros hay gente metida con la delincuencia repórtenlos o llévenlos con Los Fieles a la Academia, porque a mí me vale madre y cuando sepa que alguno de los que están aquí formados está metido con la delincuencia me los voy a trabar; tienen patrullas, tienen gasolina para llevar a cualquiera de esos cabrones a La Academia, ya Los Fieles determinarán, ¿o qué tengo que ir yo, hijos de la chingada?; ya saben que cualquier persona, cualquiera, aunque se la anden cogiendo, la tienen que reportar y llevar con Los Fieles”, describió el expolicía las supuestas órdenes de Bermúdez.

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La forma en que operó el Grupo Tajín, a cargo de Rivas Valdés

Según lo referido por el expolicía confeso, la forma de operar del Agrupamiento Tajín en los retenes era la siguiente: Se realizaban revisiones a vehículos que por ahí pasaban con aspecto sospechoso, es decir, sin placas, con cristales polarizados, o con muchas personas –jóvenes del sexo masculino de preferencia-.

Si durante la revisión se detectaba que la unidad contaba con reporte de robo se daba parte al ministerio público, pero si se encontraba droga en los compartimentos o mensajes o contactos en el celular que lo vincularan a la delincuencia organizada, el comandante del Retén se lo comunicaba al comandante del Agrupamiento Tajín, quien se trasladaba al retén en compañía de sus escoltas, con la finalidad de interrogar a los detenidos. Los detenidos eran mantenidos ocultos en el retén, donde también se les interrogaba. En el interrogatorio, se les preguntaba a qué se dedicaban, dónde compraban la droga, para qué grupo trabajaban, entre otras cosas.

“Esos interrogatorios los conducía el comandante del grupo Tajín junto con sus escoltas. Al terminar el interrogatorio, ese comandante le daba parte al jefe Federico Rivas Valdés, quien como mencioné supervisaba las actividades del agrupamiento Tajín, y ya Rivas daba la orden de acatar la instrucción y entregarlos a lo que en ese tiempo eran las Fuerzas Especiales, Los Fieles, con base en la Academia de El Encero, (ubicada en el municipio de Emiliano Zapata)”, refirió el testigo.

“En algunos casos, incluso el jefe Rivas Valdés se trasladaba personalmente al puesto de control (retén), para participar en el interrogatorio a los detenidos; quiero mencionar que esto se realizaba por las instrucciones que recibimos por parte del entonces Secretario Arturo Bermúdez en el mes de agosto del año 2012, pues era su instrucción entregar con Los Fieles a las personas vinculadas con la delincuencia organizada”, agregó.

Detenidos por Grupo Tajín fueron torturados y arrojados en La Barranca La Aurora

Con base en la declaración del testigo de la FGE, integrada en la carpeta de investigación FEADPD/ZCX/011/2017, se informó que numerosas víctimas de detenciones ilegales en 2013, en la zona metropolitana de Xalapa, eran torturados en la Academia de Policías de El Lencero y posteriormente arrojados a la Barranca de La Aurora, ubicada a unos metros de la Academia. De estas víctimas a la fecha tampoco se conoce su paradero.

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 “A principios de 2013, el agrupamiento Tajín pasamos a ocupar los puestos de control, es decir, retenes, que se encontraban en Xalapa, Veracruz, los cuales eran cinco y estos se ubicaban o eran conocidos por el personal de la SSP como el retén de Los Arenales, ubicado frente al motel Antiguo Coatepec; Banderilla, El Castillo; y Las Trancas”.

“En esas fechas (2013) el agrupamiento Tajín asume el control de los retenes en el estado. Durante ese tiempo presencié y escuché muchas cuestiones referentes a las labores que realizaban los grupos que se encontraban adscritos a la SSP y al Agrupamiento Tajín, que era supervisado personalmente por el jefe Rivas”.

De acuerdo con el expolicía, a las personas que eran detenidas en alguno de los retenes por su “aspecto delictivo”, los integrantes del Grupo Tajín las entregaban a las víctimas con Los Fieles, quienes a su vez los llevaban hasta su base: la Academia de El Lencero.

“Los detenidos se les entregaban donde está la pista de entrenamiento para manejo de vehículos. La base de Los Fieles se encontraba en el edificio conocido como el bunker. En El Lencero tenían por días a los detenidos, en lo que les sacaban información sobre las personas que trabajaban con ellos o sobre los que se dedicaran a vender droga en distintos lugares de esta ciudad u otras aledañas; sobre casas de seguridad y cuestiones relativas a la delincuencia organizada”.

 “Luego de ser interrogados Los Fieles guardaban toda la información y a las personas se las llevaban y las tiraban cerca de un lugar que bautizaron como “La Laguna Negra” que está cerca de la Academia casi enfrente y al cual también era conocida como la Barranca de la Aurora a lo cual le llamaban dar “La Olímpica”. Esto lo sé porque en una ocasión me encontraba en El Lencero (…) corriendo en la pista con otros compañeros de trabajo que eran miembros de Los Fieles”, refirió el testigo a las autoridades.

“Recuerdo que en eso llegó el comandante Roberto González Meza “El Bogui” y les dijo a los compañeros que estaban corriendo conmigo que se fueran a llevar a unos detenidos a dar “la olímpica”, para que fueran a nadar en la Laguna Negra, por lo que pregunté al miembro de Los Fieles con clave Open que a qué se refería, respondiéndome que, a llevarlos a la barranca de La Aurora, que se encuentra frente a La Academia”, agregó en su declaración.

Por estos hechos, el pasado 21 de agosto de 2018, fueron detenidos y vinculados a proceso ocho expolicías de Veracruz, entre ellos el excomandante de Retenes a nivel estatal José “N”. De acuerdo con la FGE, la detención de esos elementos acreditó la existencia de un patrón sistemático en las desapariciones forzadas entre 2011 y 2016.